Historia de la Filosofía 2 BACHILLERATO

BACHILLERATO HISTORIA DE LA FILOSOFÍA2

2 BACHILLERATO HISTORIA DE LA FILOSOFÍA Diálogo

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PRESENTACIÓN .......................................................................................................................................................................................................................................................................................... 8 INTRODUCCIÓN. HISTORICIDAD DE LOS PROBLEMAS Y CONCEPCIONES DE LA FILOSOFÍA ¿Nos hemos hecho los seres humanos siempre las mismas preguntas? La dificultad y el interés de dialogar con las ideas del pasado ......................................................................................................................................................... 15 BLOQUE 1: ANTIGUA UNIDAD 1. DEL MITO AL LOGOS: LOS PRESOCRÁTICOS .............................................................................................................................................................................. 18 1. El origen de la filosofía en la Antigua Grecia 2. Cosmovisión mítica y explicación filosófica 2.1. Un tiempo sin escritura: aprox. 1200-750 a. C. en Grecia 2.2. ¿En qué relatos orales creían los griegos? 2.3. ¿Los mitos son conocimiento? 2.4. El nacimiento del preguntar crítico y el logos 3. El problema de la realidad en los presocráticos 3.1. ¿De qué están formadas todas las cosas? 3.2. La geometría, la música, el conocimiento y la purificación del alma 3.3. ¿Qué queremos decir cuando decimos que algo es? 3.4. ¿Somos nosotros quienes inventamos a nuestros dioses? UNIDAD 2. FILOSOFÍA Y CIUDADANÍA EN LA ILUSTRACIÓN GRIEGA . .......................................................................................................................................... 34 1. La ciudad de Atenas y la ilustración griega 2. El papel de la mujer en la cultura y la filosofía griegas: el caso de Aspasia de Mileto 3. Quiénes eran los sofistas y quién era Sócrates 4. Temas principales de reflexión en la ilustración griega 4.1. Estados diferentes, leyes diferentes… ¿son todas justas? 4.2. El papel de la religión en la sociedad 4.3. ¿Son relativos lo bueno y lo malo? El relativismo moral 4.4. ¿Hay un conocimiento absoluto y definitivo? ¿Cómo podríamos reconocerlo? El relativismo epistemológico 4.5. El poder de la educación 5. El juicio a Sócrates y la originalidad de su pensamiento UNIDAD 3. LA ANTROPOLOGÍA EN LA FILOSOFÍA CLÁSICA . ................................................................................................................................................................. 50 1. La reflexión sobre el ser humano en la antigua Grecia. Cuando la psicología era filosofía 2. Sócrates y el conocimiento de sí mismo 2.1. El autoconocimiento: «una vida examinada» 2.2. Los beneficios del autoconocimiento 2.3. Una nueva visión del yo: el alma racional 2.4. Una nueva visión de la educación: el método dialéctico 3. El ser humano y la psique en Platón 3.1. La teoría platónica de las Ideas 3.2. El ser humano: el alma inmortal habitando un cuerpo mortal 3.3. La estructura interna del alma 4. La psique en Aristóteles: una visión naturalista del ser humano y de su alma 4.1. La teoría aristotélica de la sustancia 4.2. El alma es la forma de un cuerpo vivo 4.3. El orden de los seres vivos 4.4. La especificidad del alma racional humana UNIDAD 4. LA DISCUSIÓN ÉTICA EN LA FILOSOFÍA CLÁSICA .............................................................................................................................................................. 68 1. El nacimiento de la ética o filosofía moral en la Grecia clásica 2. El intelectualismo socrático-platónico 2.1. El intelectualismo moral en Sócrates 2.2. La versión de Platón del intelectualismo socrático 3. La teoría de las virtudes del alma en Platón 3.1. Las virtudes de las partes del alma: sabiduría, valentía y moderación 3.2. La virtud del alma entera: la justicia 3.3. El ideal de vida ascética y filosófica ÍNDICE DE CONTENIDOS Y SABERES BÁSICOS Diálogo

4. La eudemonía en Aristóteles 4.1. ¿De verdad basta con el conocimiento para alcanzar una vida recta y feliz? 4.2. La felicidad, el fin último de la vida humana 4.3. ¿Qué es la felicidad? 4.4. Dos ideales de felicidad 4.5. El ideal de felicidad del hombre virtuoso: la vida activa a) Las virtudes éticas b) La sabiduría práctica o prudencia c) Los bienes exteriores 4.6. El ideal de felicidad del sabio: la vida contemplativa o teorética 5. El debate ético: Sócrates, Platón y Aristóteles UNIDAD 5. EL DEBATE POLÍTICO. LAS PROPUESTAS PLATÓNICA Y ARISTOTÉLICA SOBRE EL MEJOR ORDEN SOCIAL .......... 86 1. Los inicios de la filosofía política: ética, antropología y política 2. El mejor orden social, según Platón 2.1. La decepción de Platón con la política 2.2. Las críticas de Sócrates y Platón a la democracia 2.3. El gobierno ideal: el gobierno de los mejores 2.4. El Estado ideal 2.5. El papel de la educación en el Estado ideal 2.6. Justicia e injusticia en el Estado 3. El mejor orden social, según Aristóteles 3.1. El final de la época clásica: los últimos días de la polis 3.2. El animal político y los fines de la política 3.3. El problema del mejor orden social: Aristóteles versus Platón 3.4. La clasificación de las formas de gobierno 3.5. Aristóteles y la democracia 3.6. La mejor forma de gobierno y la polis ideal 4. Vigencia y actualidad del pensamiento político de Platón y de Aristóteles UNIDAD 6. EL PENSAMIENTO HELENÍSTICO: DE LA POLIS AL IMPERIO ................................................................................................................................ 108 1. La cultura helenística en el imperio de Alejandro Magno 2. El desarrollo de la ciencia 3. Las escuelas filosóficas helenísticas 3.1. Rasgos comunes: la filosofía como terapia 3.2. Cinismo 3.3. Escepticismo (pirronismo) 3.4. Epicureísmo 3.5. Estoicismo BLOQUE 2: MEDIEVAL UNIDAD 7. CUESTIONES FUNDAMENTALES EN LA FILOSOFÍA MEDIEVAL. ENTRE LA LUZ Y LA OSCURIDAD . ..................................................................................................................................................................................................................................... 126 1. Contexto histórico y religioso 1.1. La aparición de una nueva religión: el cristianismo 1.2. La religión musulmana: el Islam 1.3. La filosofía como sierva de la religión 2. Periodos de la filosofía medieval 3. Cuestiones filosóficas de la filosofía medieval 4. La asimilación de la filosofía griega por la teología medieval. Cuando Jesús conoció a Sócrates 4.1. El problema de la relación entre fe y razón. Fe versus razón 4.2. Entre la luz y la oscuridad: Hipatia de Alejandría y Agustín de Hipona 4.2.1. Hipatia de Alejandría 4.2.2. Agustín de Hipona ÍNDICE DE CONTENIDOS Y SABERES BÁSICOS Diálogo

UNIDAD 8. DE LA TEOLOGÍA A LA CIENCIA ............................................................................................................................................................................................................ 148 1. Contexto histórico 2. El problema de los universales 3. Mística y filosofía 3.1. Anselmo de Canterbury 3.2. Hildegard von Bingen 4. La irrupción de la filosofía árabe y judía 4.1. Filosofía árabe 4.2. Filosofía judía 5. Auge y declive de la escolástica 5.1. Tomás de Aquino 5.2. Guillermo de Ockham BLOQUE 3: MODERNA UNIDAD 9. LA MODERNIDAD: EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO ............................................................................................................................................. 174 1. El nacimiento de la modernidad europea: el Renacimiento y el protestantismo y la revolución científica 2. La necesidad de un fundamento seguro para el conocimiento 2.1. Principales figuras del racionalismo 2.1.1. Descartes, el filósofo de la duda 2.1.2. Spinoza y el panteísmo 2.1.3. Leibniz, las mónadas y el mejor de los mundos posibles 2.2. Principales figuras del empirismo 2.2.1. Margaret Cavendish, una pensadora epistemológicamente inclasificable 2.2.2. John Locke y el empirismo inglés 2.2.3. George Berkeley y la percepción 2.2.4. David Hume y el descrédito de la metafísica UNIDAD 10. EL ORIGEN Y EL FUNDAMENTO DE LA SOCIEDAD Y EL PODER ....................................................................................................................... 208 1. Del pensamiento político medieval a la teoría del contrato social 2. El estado de naturaleza y el contractualismo clásico 3. Principales figuras del contractualismo clásico 3.1. Thomas Hobbes y el absolutismo 3.2. John Locke y los derechos naturales 3.3. Jean-Jacques Rousseau y la voluntad general UNIDAD 11. EL DEBATE METAFÍSICO MODERNO . ........................................................................................................................................................................................... 220 1. El problema de la metafísica 1.1. La situación de la metafísica antes de Kant 1.2. Hume y el despertar del sueño dogmático 2. La filosofía crítica de Immanuel Kant 2.1. El giro copernicano 2.2. La facultad superior de conocer: los juicios sintéticos a priori 2.3. La sensibilidad y el entendimiento, facultades del conocimiento 2.3.1. Sensibilidad 2.3.2. Entendimiento 2.4. Posibilidad y límites de la metafísica 2.4.1. Las ideas trascendentales y la antinomia de la razón 2.4.2. La finalidad de la metafísica UNIDAD 12. EL PROYECTO ILUSTRADO ..................................................................................................................................................................................................................... 236 1. ¿Qué es la Ilustración? 2. Ilustración y democracia 3. La lucha por los derechos: Olympe de Gouges y Mary Wollstonecraft 3.1. El feminismo ilustrado 3.2. Olympe de Gouges 3.3. Mary Wollstonecraft 4. Conclusiones: potencia y límites de la razón ÍNDICE DE CONTENIDOS Y SABERES BÁSICOS Diálogo

BLOQUE 4: CONTEMPORÁNEA UNIDAD 13. LA CRISIS DEL PROYECTO ILUSTRADO .................................................................................................................................................................................... 254 1. Filósofos que creyeron haber culminado el trabajo de la filosofía 1.1. Hegel 1.2. Comte 2. La gestación de la crisis del proyecto ilustrado 2.1. Hermenéutica 2.2. Escuela de Brentano 2.3. Pragmatismo americano 3. La filosofía de la sospecha. 2.ª mitad del s. xix 3.1. Freud 3.1.1. La mente inconsciente 3.1.2. El desarrollo de la psique 3.1.3. Sospechar de la conciencia 3.2. Marx 3.2.1. Alienación económica 3.2.2. Alienación ideológica: el ejercicio de la sospecha 3.2.3. Materialismo dialéctico 3.2.4. Ideal marxista de humanidad 3.3. Nietzsche 3.3.1. Nietzsche como maestro de la sospecha 3.3.2. La genealogía de la moral 3.3.3. La muerte de Dios 3.3.4. La afirmación de la vida, el eterno retorno y la voluntad de poder 3.3.5. El superhombre 3.4. Sospechar de los «maestros de la sospecha»: Freud, Marx y Nietzsche frente al feminismo UNIDAD 14. CORRIENTES FILOSÓFICAS DEL SIGLO XX ........................................................................................................................................................................... 282 1. Introducción: dos tradiciones enfrentadas condenadas a entenderse 2. Filosofía analítica 2.1. Lógica y filosofía del lenguaje 2.1.1. Russell 2.1.2. Frege 2.1.3. El primer Wittgenstein 2.2. Epistemología y filosofía de la ciencia 2.2.1. Positivismo lógico 2.2.2. Quine 2.2.3. Popper 2.2.4. Kuhn y Feyerabend 2.3. Filosofía del lenguaje ordinario 2.3.1. El segundo Wittgenstein 2.3.2. Austin 2.3.3. Pragmática filosófica 2.4. Filosofía de la mente: el funcionalismo, Davidson y Patricia Churchland 2.5. Ética, justicia y filosofía política 2.5.1. Iris Murdoch 2.5.2. John Rawls 2.5.3. Miranda Fricker 3. Filosofía continental 3.1. Existencialismos 3.1.1. Existencialismo alemán: Heidegger 3.1.2. Existencialismo francés: Jean-Paul Sartre 3.2. Teoría crítica, hermenéutica y arqueología del poder 3.2.1. Teoría crítica: Escuela de Frankfurt 3.2.2. La hermenéutica en el siglo xx: Gadamer 3.2.3. Arqueología del poder: Michel Foucault ÍNDICE DE CONTENIDOS Y SABERES BÁSICOS Diálogo

3.3. Filosofía postmoderna 3.3.1. Derrida 3.3.2. Deleuze 3.3.3. Zigmunt Bauman 3.3.4. Byung-Chul Han UNIDAD 15. EL ANÁLISIS FILOSÓFICO DE LA OPRESIÓN (I): FEMINISMO Y EMANCIPACIÓN EN SIMONE DE BEAUVOIR .......... 310 1. El segundo sexo: el esfuerzo por la lucidez 2. Algunos momentos clave en la historia del feminismo 2.1. El feminismo del cartesiano François Poulain de la Barre 2.2. La raíz ilustrada de los movimientos reivindicativos de derechos 2.3. La Declaración de Seneca Falls. La superposición de discriminaciones 2.4. El movimiento sufragista 3. ¿Qué es una mujer? La importancia del planteamiento de la pregunta 4. La perspectiva existencialista de El segundo sexo 5. La metodología de investigación en El segundo sexo 6. Los pilares de la emancipación de las mujeres 7. La repercusión de El segundo sexo 8. El encuentro entre Simone Weil y Simone de Beauvoir UNIDAD 16. EL ANÁLISIS FILOSÓFICO DE LA OPRESIÓN (II): SIMONE WEIL Y HANNAH ARENDT . ............................................................ 326 1. Simone Weil: una filosofía para el arraigo del ser humano 1.1. La profunda coherencia entre pensamiento y acción 1.2. Solo el bien es un fin 1.3. El monopolio del conocimiento: causa de opresión social 1.4. El pensamiento libre como condición de la dignidad humana 1.5. El trabajo, acción humana por excelencia 1.6. Capitalismo y guerra: la tendencia hacia una forma totalitaria de organización social 1.7. La necesidad de la descentralización de la vida social 1.8. La prevalencia del concepto de obligación. Las necesidades del alma 1.9. Echar raíces como necesidad más importante e ignorada del alma humana 1.10. La importancia de la tarea política 2. Hannah Arendt: la reflexión sobre el totalitarismo 2.1. Hannah Arendt: la necesidad de comprensión 2.2. Los orígenes del totalitarismo 2.2.1. El enfoque empirista de la situación totalitaria 2.2.2. La dominación total: Hitler en la Alemania nazi y Stalin en la Unión Soviética a) Transformar las clases sociales en masas b) Sustituir el sistema de partidos no por una dictadura, sino por un movimiento de masas c) Propaganda en la política exterior, y adoctrinamiento y terror en la interior d) Desplazar del centro del poder al ejército, que es ocupado por la policía e) Establecer una política exterior abiertamente encaminada a la dominación mundial 2.2.3. La supresión de la individualidad. Los campos de concentración 2.2.4. Los seres humanos superfluos 2.3. La condición humana: labor, trabajo y acción 2.4. La banalidad del mal. La interdependencia entre irreflexión y maldad 2.5. Filosofía y política. La virtud cívica Diálogo

PRESENTACIÓN El libro que tenéis en vuestras manos tiene como objetivo ser una ayuda fundamental para abordar la asignatura Historia de la Filosofía de 2º de bachillerato. Una ayuda, una herramienta que, siguiendo el espíritu de la LOMLOE y la famosa máxima kantiana: «No se puede aprender filosofía, solo se puede aprender a filosofar», os guiará para que seáis vosotros y vosotras los que recorráis la historia de esta disciplina a través de los problemas que tantos filósofos y filósofas se plantearon. Sus respuestas, sus teorías, los saberes básicos de la asignatura, serán expuestos como material de apoyo y de consulta a lo largo de las dieciséis unidades didácticas. Pero el trabajo importante que proponemos es, fundamentalmente, el análisis de sus textos y de sus ideas, así como la reflexión crítica y la actualización de sus pensamientos a partir de diferentes fuentes y recursos. Son estas algunas de las competencias centrales que persigue nuestro curso y a cuya consecución orientamos las diferentes situaciones de aprendizaje propuestas. En efecto, el objetivo final de nuestra asignatura no es la memorización de aquellas teorías, sino la comprensión de las preguntas y de los problemas a los que se enfrentaron filósofos y filósofas, y de sus respuestas, a través del análisis, la reflexión, la crítica, la discusión y la actualización de dichos problemas. Nuestra propuesta es, por tanto, una tarea activa, crítica y creativa que realizaremos en común sobre cuestiones abiertas que todavía hoy nos interpelan. Nuestro trabajo en el aula debe ser, por tanto, filosofar, una clase activa en la que, partiendo de las ideas aportadas a lo largo de la historia de este saber, adquiráis las competencias específicas que os harán crecer como personas, comprender mejor nuestro mundo y ser mejores ciudadanos. En este camino dedicamos especial atención a las filósofas olvidadas o silenciadas, poniéndolas en diálogo con el resto de la tradición. Y no solo a las que aparecen en el índice de saberes básicos oficial; aportamos, además, otras pensadoras cuya relevancia en el debate de los problemas filosóficos de su época (y de la nuestra) creemos que debe ser reconocida. Ni que decir tiene que las situaciones de aprendizaje propuestas, además de ayudar a la adquisición de las competencias específicas que marca la LOMLOE, proporcionan un ejercicio continuo para la preparación de las nuevas pruebas competenciales de acceso a la universidad. Así, teniendo en cuenta estos dos objetivos, desplegamos a lo largo de cada unidad una batería de situaciones consistentes, fundamentalmente, en: comentarios de texto, análisis filosófico de imágenes, comparación de documentos y disertaciones (tanto para relacionar diferentes respuestas a los problemas filosóficos como para actualizar aquellas preguntas, dándonos cuenta de que aún en nuestros días tiene sentido repensarlas). Asimismo, proponemos otras situaciones como búsqueda de información, exposiciones orales, debates, elaboración de tablas comparativas y de murales, lecturas complementarias, películas, etc. Somos conscientes de que el número de situaciones propuestas excede la capacidad del profesorado y del alumnado para abordarlas durante los meses del curso. Pretendemos que sea el profesorado quien elija las que considere más apropiadas para la consecución de las competencias específicas perseguidas en la asignatura. Estructura de las unidades • Al inicio de cada unidad didáctica presentamos un índice de contenidos pormenorizado, a partir de los saberes básicos que nos propone el Decreto. • En su desarrollo vamos exponiendo los problemas, preguntas y respuestas de las diferentes escuelas, autores y autoras, que conforman la unidad. Esta parte expositiva es un material de apoyo que debe ayudar a abordar las situaciones de aprendizaje, que son el núcleo de nuestro trabajo en el aula. En ningún caso debe considerarse como un contenido a memorizar sin más. De cualquier modo, hemos preferido presentar dichos contenidos de manera extensa para que sea el profesorado quien seleccione aquellos que valore como más relevantes para la consecución de los objetivos. • A lo largo de cada unidad, desplegamos una cantidad importante de textos. Su función es doble: por una parte, ratifican y ayudan a la comprensión de los saberes básicos. Por otra, nos sirven para ejercitarnos en uno de los ejercicios principales de la nueva prueba competencial: el comentario de texto filosófico. • Asimismo, al hilo de la exposición de los saberes básicos, planteamos otros ejercicios y tareas que forman parte de dicha prueba competencial: el análisis filosófico de imágenes, la comparación de dos documentos, la disertación y la actualización y reflexión crítica sobre esas preguntas que desde siempre han preocupado al pensamiento filosófico. Intercalando estos ejercicios en la exposición teórica de los contenidos, hacemos nuestra clase más activa, dinámica y variada. Diálogo

• A propósito de estos ejercicios, al inicio de nuestro libro, incluimos un apéndice con recomendaciones para abordar tanto el comentario de texto como la disertación y el análisis filosófico de imágenes. Tres herramientas fundamentales para el análisis filosófico y para afrontar con éxito las pruebas de acceso a la universidad. • También proponemos otras situaciones de aprendizaje que contribuyen a la adquisición de las competencias específicas de nuestra asignatura y, por consiguiente, ayudan a la formación del alumnado y a afrontar las pruebas de madurez. Como enumerábamos más arriba: exposiciones orales, trabajos de investigación, debates, etc. • Intercalamos esquemas, biografías, aclaración de conceptos y otros aspectos relevantes para la reflexión sobre los contenidos y la comprensión de los diversos contextos en los que se generaron. • Especial atención merecen algunos cuadros comparativos en los que se relacionan las diferentes posturas de escuelas, filósofos y filósofas ante las cuestiones que ocupan la reflexión de cada época. • Al final de cada unidad, reunimos otra serie de situaciones de aprendizaje a modo de propuesta, ejemplo y práctica de lo que puede ser una prueba competencial. La nueva prueba competencial Como decíamos más arriba, las primeras páginas, tras la presentación de la filosofía de nuestro libro, las dedicamos a ofrecer una serie de indicaciones para enfrentarse con éxito a una prueba competencial. En efecto, la nueva propuesta de examen de acceso a la universidad propone tareas ya conocidas y trabajadas desde siempre en nuestras clases, junto a otras no tan habituales, que se resumen en: • Tareas de análisis contextualizado, tanto de textos filosóficos como de imágenes. • Tareas de síntesis comparativas, esto es, relaciones entre propuestas filosóficas y de la cultura en general. • Producción de textos propios argumentados, coherentes y rigurosos. • Dentro de la producción de textos, especial mención a aquellos que reflexionan sobre retos del s. xxi, lo que conocemos como actualización del problema filosófico. Así pues, concretamos las situaciones de aprendizaje a trabajar a partir de las tareas anteriores: • El comentario de textos filosóficos, que atenderá tanto al análisis de los mismos (tema, problema, estructura…) como al desarrollo posterior en forma de disertación del problema tratado. • La disertación, que centrará su reflexión desde un enfoque sincrónico (atendiendo a su contenido histórico) o diacrónico (atendiendo al desarrollo histórico de los problemas tratados). • La reflexión a partir del análisis de imágenes de diferente tipo: viñetas, obras de arte, memes, fotografías, etc., procurando analizar las cuestiones filosóficas implícitas y relacionando dicho análisis tanto con su tratamiento a lo largo de la historia de la filosofía como con su actualidad. • La comparación de los documentos anteriores (textos filosóficos, periodísticos, obras de arte, viñetas, textos literarios…), siempre desde una perspectiva filosófica. • La actualización de los problemas filosóficos clásicos, a partir tanto de textos como de imágenes, cuya vigencia en nuestros días aparece tras nuestro análisis y nuestra reflexión. Solo nos queda desearos que el camino que emprendemos a través de las siguientes páginas constituya una lectura provechosa y, ojalá, tan apasionante como lo ha sido, y lo sigue siendo, para tantas personas durante tantos siglos. ¡Buen viaje! Diálogo

Recomendaciones para abordar el comentario de texto, la disertación y el análisis filosófico de imágenes Somos conscientes de que las consideraciones y recomendaciones que vamos a exponer pueden resultar áridas de leer. Lo que las refresca es la práctica de las mismas, el ejercicio habitual de estas tareas que se nos demandan en las asignaturas relacionadas con la filosofía. A pesar de ello, estamos convencidos de que una lectura atenta de las mismas antes de abordar la práctica, y una consulta durante la realización de las situaciones de aprendizaje propuestas a lo largo del libro, puede aportar mucha luz a la hora de enfrentarse a las pruebas que se nos presenten. Son recomendaciones sencillas y resumidas, adaptadas a lo que se espera de nuestro alumnado. El comentario de texto En un comentario de texto filosófico como el que se nos propone en nuestro segundo curso de bachillerato vamos a encontrar tres tipos de tareas diferentes: a) el análisis de los elementos fundamentales de un texto (problema, tesis, estructura); b) el diálogo y la comparación de lo expuesto en el texto con otras respuestas filosóficas y de la cultura en general, sean contemporáneas a su autor o autora, o pertenezcan a otra época; c) la actualización del asunto tratado a través de una disertación, esto es, una reflexión personal que dé cuenta de la vigencia y la relevancia del problema en nuestros días. a) La primera tarea propuesta –generalmente a través de las primeras preguntas del ejercicio–, el análisis, tiene como finalidad averiguar qué dice el texto, cómo lo dice y qué pruebas aporta para fundamentar lo que dice. Dicho de otra manera: cuál es el contenido y cómo lo organiza. Y para ello, existe una serie de elementos básicos que conviene desvelar a fin de llegar a una buena comprensión del mismo. Pero la tarea previa que debemos abordar, aunque parezca una obviedad decirlo, es realizar una buena lectura. Esta consiste en leer atentamente, pausadamente, deteniéndose en cada oración, preguntándose por su significado y por la relación con la oración anterior. A veces necesitaremos pensar en los elementos gramaticales básicos: los enunciados que la componen (si hay subordinadas), cuál es el sujeto de cada uno de los verbos que aparecen o cuál es el objeto (directo o indirecto) al que estos se refieren. También se hará necesaria una segunda y hasta una tercera lectura para captar, en cada una de ellas, aspectos nuevos que pasaron desapercibidos en las anteriores lecturas. La precipitación, la falta de reflexión en cada línea, arruina la comprensión del texto en numerosas ocasiones. Otra herramienta que debe acompañar estas lecturas es el subrayado. El destacar los elementos que vayamos percibiendo como relevantes nos ayudará a determinar la jerarquía de dichos elementos. Señalaremos de diferente manera (colores o trazos distintos) la tesis, el problema (si aparecen explícitamente; o las ideas de las que inferimos estos dos elementos) y el resto de ideas importantes, elementos todos ellos que explicaremos a continuación. Hay que tener en cuenta que un subrayado excesivo no cumple la función que este tiene, pues al final no hay nada que destaque. Un subrayado adecuado nos mostrará visualmente la estructura del texto, detectando a simple vista sus elementos más relevantes. Pero vamos ya con estos elementos básicos que debemos localizar y explicar en nuestro comentario de texto. 1) E n el debate filosófico de cualquier momento histórico siempre aparecen preguntas sobre las que los pensadores polemizan y a las que intentan dar respuesta. El autor o autora de un texto lo escribe porque tiene en mente una preocupación, una cuestión, a la que le gustaría responder. Se trata del problema o pregunta que ha provocado el texto a analizar. No esperemos que dicho problema venga siempre formulado literalmente al comienzo de nuestro texto. Las más de las veces deberemos reflexionar a partir de lo que allí se afirma para descubrir la problemática implícita. Es algo así como averiguar la pregunta (el problema) a partir de la respuesta (el texto). Este interrogante será el que, posteriormente, en el ejercicio de actualización, deberemos hacer nuestro pensándolo desde el contexto actual. En nuestra contestación no nos limitaremos a formular una simple pregunta, sino que deberemos explicar de forma breve el alcance de dicha cuestión: por qué tal problemática fue relevante en su momento, en qué contexto se formuló y cuáles eran (y por qué eran precisamente esos) los problemas que centraban el pensamiento de la época. Diálogo

2) A esa pregunta o problema, la autora o autor dan su respuesta, la idea fundamental que quieren comunicar. Se trata de la tesis o idea principal del texto. Esta idea puede estar formulada explícitamente en cualquier lugar del texto o estar implícita en el desarrollo del mismo. En este caso deberemos, una vez más, reflexionar sobre las diferentes ideas que allí aparecen y preguntarnos qué es, en el fondo y en resumidas cuentas, lo que su autor o autora quiere decir. Debemos formularla con una frase que exprese esa idea principal de manera sintética para, a continuación, explicarla de manera resumida. Hemos de ser conscientes de que esta idea principal es el eje alrededor del cual se organizan el resto de ideas del texto, las cuales tratarán de explicarla (texto expositivo) o de justificarla (texto argumentativo). 3) L a estructura de un texto puede definirse como la articulación lógica del mismo, la organización coherente de sus elementos, esto es, de las ideas que lo conforman (entre ellas, el problema y la tesis). En esa organización existe una jerarquía que debemos descubrir: encontramos unas ideas que dependen de otras, que revisten diferentes niveles de importancia. La idea más relevante, como acabamos de señalar, es la tesis. A continuación, aparecen otras ideas que pueden ser razones para justificarla, un desarrollo de la misma, ejemplos que la ilustran, metáforas, analogías o comparaciones que tratan de aclararla, etc. La tesis tendrá mayor importancia, una posición superior en la jerarquía de las ideas del texto, que otras ideas que representan razones que la justifican; las cuales tendrán a su vez mayor relevancia que los ejemplos que ilustran esas razones; y así sucesivamente. Se trata, pues, de detectar los diferentes elementos del texto, explicar sus mutuas relaciones y jerarquías, para, en último término, hacer explícito el hilo lógico que el autor o autora han utilizado para la exposición de sus ideas. Como sabemos, los textos filosóficos suelen presentar por lo general dos tipos de estructura. En una estructura argumentativa se exponen una serie de razones o argumentos con el objetivo de demostrar la tesis, con la que guardan una relación necesaria; es decir, la tesis se deriva lógicamente, de manera deductiva o inductiva (con menor necesidad), de aquellas razones. Nuestra tarea será desvelar esos argumentos y su conexión con la tesis, analizando las incoherencias, si las hay. Una vez detectados, conviene enumerarlos y explicarlos brevemente con nuestras palabras, y sobre todo asegurarnos de que efectivamente son verdaderas razones en favor de la tesis del texto. Para descubrir esas relaciones resulta de gran ayuda prestar especial atención a los conectores, esas partículas que enlazan las ideas (y, o, por lo tanto, en consecuencia, pues, además, por el contrario, porque, ya que, si… entonces…, asimismo, pero, no obstante, etc.) y marcan su relación lógica. Una estructura expositiva, sin embargo, no pretende demostrar sino describir y exponer por extenso una idea. Así, encontraremos una idea principal que, a través del resto de ideas del texto (o de la mayoría), se irá desvelando a partir de los aspectos que la componen. Se trata de una tarea de análisis en la que se van explicando los diversos elementos que componen esa idea o asunto principal del texto. Nuestra tarea será extraer esos elementos, esas ideas secundarias que desarrollan la idea principal, y explicarlas con nuestras palabras apoyándonos en el texto, para obtener un conocimiento ampliado y completo de aquella. Y un consejo más a la hora de explicar las ideas que componen el texto, sea argumentativo o expositivo: atención a los conceptos filosóficos importantes, aquellos que son relevantes para la comprensión del texto, porque forman parte esencial de la filosofía del autor o autora del texto. No es lo mismo el concepto de idea en Platón que en Hume o en Descartes. Nuestros conocimientos previos del autor o autora nos ayudarán a su comprensión; pero también es importante que seamos capaces de interpretar su significado a partir del contexto, es decir, de otras frases e ideas que aparecen en el mismo texto y que nos dan pistas sobre su sentido especial y diferente al utilizado por otros autores o al uso común. Esta tarea es especialmente útil en el caso de las comparaciones entre las posturas filosóficas de diferentes autores sobre un mismo asunto. b) Otra de las tareas que realizaremos a partir de los textos se refiere a la comparación de lo expuesto con otras respuestas filosóficas, sean contemporáneas a su autor o autora, o sean de otro tiempo. Esas otras respuestas pueden estar expresadas en documentos propios de otros ámbitos de la cultura, fundamentalmente en imágenes artísticas (cuadros, fotografías, arte urbano…), memes, viñetas, poesía y literatura en general, canciones, etc. Los problemas filosóficos abordados en un tiempo concreto son discutidos por los contemporáneos y suelen reaparecer a lo largo de la historia. Esos problemas constituyen los temas generales de los que trata la filosofía: la realidad, el conocimiento, el ser humano, la ética… En cada época son tratados con las herramientas conceptuales Diálogo

y según el contexto histórico del momento, pero en el fondo late una misma preocupación. Por ejemplo, la pregunta de los filósofos presocráticos por el origen y sustrato de la realidad (el arché) es la misma, en el fondo, que la planteada por Descartes en su teoría de las sustancias o aquella a la que se enfrentan Leibniz en su monadología, Margaret Cavendish en su atomismo o algunas de las obras de corrientes artísticas del pasado siglo como el cubismo o el surrealismo. Así pues, el problema o pregunta que dirige nuestro texto tiene otras respuestas por parte de pensadores y pensadoras, y artistas, del mismo o de otro tiempo, que pueden expresarse a través de diversos formatos. Y somos nosotros los que debemos exponer y confrontar en nuestro ejercicio esas diferentes soluciones. Es importante que no nos limitemos a explicarlas una detrás de otra, sino que hagamos el esfuerzo de analizar las diferencias y similitudes, teniendo siempre en cuenta el contexto de cada documento. Debemos tener muy clara la pregunta filosófica que comparten para, desde ahí, formular las coincidencias y las diferencias en el tratamiento y respuesta de la misma. Esto es lo que verdaderamente se nos pide en este ejercicio: el análisis comparativo de ideas. Un conocimiento particular del contexto filosófico del autor de nuestro texto, por una parte, y una perspectiva general y panorámica de la historia de la filosofía y de la cultura nos ayudarán a descubrir similitudes y diferencias en los planteamientos y respuestas de cada época. c) El tercer ejercicio que se nos plantea es la actualización del asunto tratado en el texto mediante una disertación, esto es, una reflexión personal, rigurosa y seria, que dé cuenta de la vigencia y la relevancia del problema tratado en nuestros días. Y es que los problemas y las preguntas de los filósofos, como decíamos más arriba, vuelven una y otra vez renovados y actualizados, van transformándose conforme cambian las sociedades. De ahí el interés por la historia de la filosofía, que no es sino un diálogo con filósofos y filósofas que ya pensaron en su contexto nuestros mismos problemas. Algunos ejemplos: el clásico problema del ser y la apariencia resurge en nuestros días con la aparición de la realidad virtual; el problema también clásico del conocimiento y de la verdad se renueva en la actualidad con la irrupción de las redes sociales y las fake news; o la pregunta por el ser humano adquiere nuevas incógnitas con la inteligencia artificial, la robótica, la ingeniería cíborg o la ingeniería biológica. En nuestro ejercicio, debemos ser capaces de reconocer la actualidad del problema del texto (o algunas de sus derivadas) para, a continuación, volver a pensar dicha cuestión desde nuestro propio contexto y, finalmente, crear un nuevo texto. Ahora somos nosotros quienes nos formulamos la pregunta que descubrimos en nuestro anterior análisis del texto, quienes hacemos nuestro aquel interrogante e, incluso, quienes sopesamos y enjuiciamos lo dicho al respecto por el autor o autora, en un comentario crítico en el que manifestamos nuestra posición alternativa (si la tuviéramos). Al fin y al cabo, lo que hacemos es crear una respuesta alternativa y personal a la tesis del texto aportando ejemplos actuales que justifican que sigue siendo necesaria esta reflexión. En nuestra exposición deberemos tener en cuenta algunos aspectos, muchos de los cuales fueron analizados y exigidos al autor en nuestro comentario. Nuestra disertación debe, pues, seguir ciertas pautas que valoramos en todo texto filosófico expositivo o argumentativo. La disertación La disertación es un texto filosófico de nuestra autoría en el que vamos a repensar y a actualizar el problema tratado en el texto, valorándolo desde nuestro propio lugar personal. Nosotros somos ahora los filósofos y filósofas. Para ello debemos tener presentes algunas recomendaciones, relacionadas con lo expuesto en el análisis de texto. En primer lugar, debemos utilizar todos esos elementos que hemos incluido como importantes en un análisis de texto. Así, habremos de tener claro el problema o pregunta al que queremos dar respuesta, la idea fundamental que queremos transmitir (nuestra tesis), y desarrollar y fundamentar esa idea de manera ordenada y clara. Para mostrar la estructura, ese orden que debe tener nuestro texto, podemos utilizar recursos muy sencillos: cada idea y su explicación en un párrafo separado del siguiente por un punto y aparte; destacar las ideas principales mediante un subrayado, una mayúscula (o una negrita o una cursiva, si escribimos en un ordenador), etc. Esta forma de nuestro escrito nos mostrará de entrada, visualmente, la estructura de nuestro texto y dará la impresión de que nuestras ideas están claras y ordenadas en nuestro papel y en nuestra mente, facilitando además la comprensión del lector. Los escritos que son un único párrafo del principio hasta el final, son como un océano de palabras en el que cuesta mucho más sumergirse. Analizar es separar, descomponer los elementos de un todo. Por lo tanto, si en Diálogo

nuestra disertación separamos los elementos más generales mediante párrafos (y además destacamos la palabra o la idea clave de cada uno) ayudamos al siempre clarificador análisis del contenido y a su comprensión. El orden expositivo, fundamental para transmitir de manera fácilmente comprensible nuestras ideas, significa también acabar de explicar cada una de ellas en su momento. O, dicho de otra manera, no debemos desarrollar una misma idea en diversos momentos de nuestra disertación, intercalando otras explicaciones (una idea que va y viene y siempre a medias); esto da una impresión de desorden y de pérdida del hilo lógico de la exposición. Otra cosa diferente es que, al final, haya una recapitulación de lo expuesto para acabar con una conclusión general. Asimismo, resulta muy conveniente en aras del orden y, en consecuencia, de la comprensión de nuestra exposición, establecer en nuestro escrito la distinción clásica entre introducción, desarrollo y conclusión. La introducción representa la presentación de lo que queremos exponer, por lo que debe ser breve y sintética. En ella anunciamos lo que vamos a decir y los pasos que vamos a seguir a lo largo de nuestro texto, centrando el asunto que viene a continuación. Podemos limitarnos a formular (y a explicar brevemente) el problema que vamos a abordar o podemos, además, anunciar la tesis que defenderemos, sin entrar a exponerla. Es también el momento para actualizar el problema, es decir, para mostrar el interés actual que tiene mostrando los interrogantes a los que nos lleva en nuestros días. El desarrollo es el lugar donde explicar a fondo nuestras ideas, de traer a colación nuestros conocimientos, de analizar los temas que estamos tratando, de argumentar con rigor en favor de nuestra tesis y de revisar críticamente otras posiciones diferentes que conozcamos sobre el tema planteado en la introducción. Podemos utilizar ejemplos, metáforas, analogías y debemos ser rigurosos en el uso de los términos empleados. Una vez más, el orden en la exposición es fundamental. En la conclusión podemos, por una parte, y retomando el problema que planteemos al inicio, hacer una recapitulación de los argumentos e ideas expuestas; y, por otra, desarrollar la conclusión a la que llegamos de modo natural a partir de aquellos argumentos. Hay que advertir que no siempre podremos acabar con una respuesta definitiva, una conclusión a modo de verdad indiscutible. El resultado de nuestra exposición puede tener que limitarse a mostrar las dificultades de llegar a esa verdad, de expresar los pros y los contras del asunto, y terminar con una duda razonada sobre el estado de la cuestión. Quizás, incluso, con una nueva pregunta que dé a entender que la cuestión queda abierta y la reflexión debe continuar. El análisis filosófico a partir de imágenes La reflexión filosófica puede darse no solo a partir de textos filosóficos, sino también a partir de otros instrumentos de comunicación como son las imágenes. En ellas incluimos obras de arte, viñetas, fotografías, memes, y cualquier elemento gráfico que despierte una reflexión filosófica. a) Describir la imagen: nuestra primera tarea será describir los elementos que componen dicha imagen. En ella se representa una situación en la cual hay un contexto, un fondo, una o varias figuras destacadas, quizá algún texto (en el caso de algunas viñetas y memes). Así, deberemos atender (y describir) aspectos como: 1) ¿ Qué tipo de imagen es: meme, viñeta, obra artística, fotografía…? ¿Podemos aportar el autor o autora de la imagen, la época a la que pertenece, el lugar que representa, el público al que se dirige, etc.? ¿Podemos asimismo aportar información sobre el contexto histórico o social, en el caso de que sea relevante? 2) ¿ Qué elementos (personas o cosas) hay en primer plano, principales, y qué elementos hay en segundo plano, secundarios? ¿Cómo es la disposición espacial en la que se encuentran todos esos elementos? ¿Cómo están trazados: líneas curvas, suaves, rectas, rígidas…? Si hay personas o animales, ¿qué actitud parecen tener? ¿Cómo es su postura, su mirada…? ¿Cómo es el fondo de la imagen (colores, figuras, otros elementos…)? 3) ¿ Con qué tipo de materiales se ha realizado? ¿Qué colores predominan? ¿Es en blanco y negro? ¿Cómo es la iluminación (en cuadros y fotografías)? ¿Qué sensaciones pueden querer transmitir tanto el color como la luz de la imagen? 4) ¿ Qué relaciones se establecen entre esos diferentes elementos? ¿Hay una relación principal y otras secundarias? ¿Se relacionan todos los elementos de igual forma con la situación en la que están? ¿Observamos un equilibrio o una inestabilidad en la disposición de los elementos, una simetría o una disposición asimétrica o incluso caótica? ¿Hay una sensación de dinamismo o de estaticidad? Estos elementos básicos nos dan ya una pista sobre lo que la imagen y su autor o autora pretenden transmitir. Diálogo

b) ¿Qué trata de transmitir? A partir del análisis anterior, podemos ensayar una interpretación de la imagen. Para ello: 1) E nunciaremos en un juicio (una oración con sujeto, predicado y todos los complementos y subordinadas que sean necesarios) el mensaje fundamental, la idea filosófica principal, que creemos que expresa la imagen (a partir de las relaciones de los elementos analizados en la descripción). Incluiremos en la explicación una referencia a todos esos elementos (figuras, fondo, color, contexto, relaciones…) a partir de los cuales hemos interpretado esa idea filosófica fundamental. También habremos de decidir si formulamos el juicio de una forma más general, más abstracta, o de manera más concreta y ajustada a los elementos de la imagen. Asimismo, debemos considerar la intención que, en nuestra opinión, tenía en mente el autor o autora de la imagen; intención que puede o no coincidir con nuestra interpretación. 2) E sto nos lleva a ser conscientes de que puede haber diversas interpretaciones, diversas ideas a transmitir por una misma imagen. No tiene por qué haber un único mensaje en cada imagen; este puede quedar abierto. Tanto más interesante será la imagen para nuestro análisis cuanto más rica en sugerencias, cuanto más incite a pensar y más abierto quede el mensaje que transmite. Deberemos fijarnos, entre otras cosas, en si los elementos que aparecen en la imagen simbolizan alguna idea determinada o si se representan, sin más, a sí mismos. También las relaciones entre ellos, así como ciertos detalles (objetos, gestos) en la imagen, nos ayudarán a una interpretación interesante. c) Reflexión filosófica: una vez formulada en un juicio la idea principal expresada en la imagen, podemos entrar de lleno en nuestra reflexión filosófica. Esta se desarrollará según la estructura que explicamos en el apartado de la disertación filosófica: introducción, desarrollo y conclusión. 1) E n la introducción podemos recoger la idea principal que enunciamos en el apartado anterior relacionándola con la problemática filosófica general a la que responde. Para ello, podemos formular algunas de las preguntas filosóficas que han dado lugar a dicha idea, sin todavía responderlas. 2) E n el desarrollo –estructurado en varios párrafos (un párrafo por idea)– podemos explicar algunas de las respuestas a esas preguntas y, sobre todo, la que en nuestra opinión expresa nuestra imagen. Respondemos tanto con razonamientos propios como con los argumentos pertinentes de autores o autoras de la historia de la filosofía estudiados. Seguro que alguno de estos autores o autoras dijo, en alguna época histórica, algo interesante al respecto de las preguntas formuladas. Es también el lugar para actualizar la cuestión planteada, relacionándola con problemas filosóficos del presente y de cualquier ámbito: epistemológico, ético, de filosofía política, etc. Asimismo, es pertinente dar nuestra respuesta personal al problema filosófico tratado en la imagen, siempre con argumentos sólidos y fundamentados. 3) E n la conclusión recordamos el problema y la idea principal de la imagen, sintetizamos las reflexiones en torno a ella expuestas en nuestro análisis filosófico y procuramos llegar a una interpretación final resumida y justificada. Volvemos a insistir en que las recomendaciones expuestas en el apartado de la disertación son también, en general, pertinentes para esta parte. El comentario de texto, la disertación, el análisis filosófico de imágenes… Esperamos que todas estas sugerencias, consejos y recomendaciones sean de utilidad a la hora de abordar las distintas situaciones de aprendizaje propuestas a lo largo del libro y, especialmente, a la hora de enfrentarnos a la nueva prueba competencial de acceso a la universidad. Llegó el momento de comenzar el viaje. ¡Ánimo y buena travesía! Diálogo

¿Nos hemos hecho los seres humanos siempre las mismas preguntas? La dificultad y el interés de dialogar con las ideas del pasado «Por tanto, se puede decir que los problemas que inquietaron al filósofo griego y los que reaparecen en la filosofía moderna son los mismos, pues hay un conjunto de elementos comunes en sus respectivos planteamientos. Pero esa mismidad es lo suficientemente elástica para que admita importantes variaciones en los elementos que integran sus distintas formulaciones. Esas variaciones han sido el resultado de la incrustación en sus planteamientos iniciales de las sucesivas teorías (o de elementos integrantes de las mismas) que sobre ellos han incidido. Ahora bien, y a esto íbamos, en el planteamiento actual de los problemas filosóficos, encontramos incrustada su historia, la Historia de la Filosofía. O, dicho de otra manera, un adecuado planteamiento de esos problemas tiene que consistir en una reconstrucción de su gestación histórica.» Fernando Montero. «La historicidad de la filosofía», La filosofía presocrática. PUV Si atendemos a cómo aprende la inteligencia artificial, curiosamente repararemos en el hecho de que se nutre y alimenta de pensamientos, informaciones, expresiones lingüísticas, imágenes, obras literarias, artículos periodísticos y un largo etcétera; todo ello generado por seres humanos anteriores. La inteligencia artificial no aprende alimentándose de datos del mundo natural, sino de frutos de la mente y la racionalidad humana: nosotros con nuestras obras mentales alimentamos a la gran mente que almacena y procesa todo. De la misma forma, nuestras inteligencias se alimentan de escuchar, ver, leer y oír, entre otras muchas cosas, productos de otras mentes humanas. Y cuanto mayor sea la calidad del nutriente, más provechoso será el crecimiento y la alimentación. El ser humano acude a las obras filosóficas del pasado, entre otras muchas disciplinas del saber, porque allí es donde entrena su mente para pensar problemas y desarrollar la racionalidad filosófica, la habilidad intelectiva de comprender el mundo en su globalidad e indagar las causas de lo que ocurre, de interrogarse sobre el porqué de las cosas. Así pues, en este libro y, en general, en este último curso de Bachillerato, os encontráis ante el reto y la oportunidad de nutriros de los pensamientos y la forma de razonar de mentes privilegiadas de todos los tiempos, ante problemas que, pese a haberse formulado hace décadas, siglos o milenios, todavía son actuales y nos interpelan. La historia de la filosofía es, pues, la historia de distintas respuestas racionales a problemas que en calidad de filosóficos no son específicos de un individuo o una época, sino que son preguntas abiertas acerca de la existencia humana, la libertad, la certeza del saber, la realidad del mundo, el cómo actuar, el qué nos cabe esperar, el sentido del vivir, la felicidad… INTRODUCCIÓN: HISTORICIDAD DE LOS PROBLEMAS Y CONCEPCIONES DE LA FILOSOFÍA Diálogo

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