El pensamiento helenístico: de la polis al imperio 1 LA CULTURA HELENÍSTICA EN EL IMPERIO DE ALEJANDRO MAGNO Alejandro Magno, discípulo de Aristóteles, fue un político y militar macedonio que expandió la cultura helena (griega) a través de magnas ofensivas militares. En el año 334 a. C. logró conquistar Persia (actual Irán) y extender, de este modo, el Imperio alejandrino y la impronta cultural helenística desde Grecia hasta la puerta de Oriente. Todo ello lo consiguió en apenas 33 años de vida (356 a. C.-323 a. C.), con ayuda de todos los hombres y mujeres que formaron sus ejércitos. Los reinos helenísticos, con seguridad económica, apostaron por la creación de «espacios de desarrollo del saber». Estos lugares se denominaron museos y bibliotecas y constituyeron una especie de «primeras universidades». Allí se formaban y vivían, mantenidos por el Estado, expertos en diferentes áreas del saber. Estos científicos investigaban la naturaleza directamente, con múltiple instrumental, y leían los conocimientos registrados por investigadores anteriores. En los museos y bibliotecas se contaba con espacios de reunión, laboratorios de disección (por primera vez se atrevían a abrir a los muertos), instrumentos de astronomía para mirar el cielo, jardines botánicos y zoológicos, bibliotecas con millares de pergaminos... Los científicos solo tenían que preocuparse por desarrollar el conocimiento y transmitirlo a las siguientes generaciones. Los centros más conocidos fueron el museo y la biblioteca de Alejandría (Egipto), la biblioteca de Rodas y la biblioteca de Pérgamo. La comunidad política que dibujó Alejandro Magno englobaba, así pues, tanto Grecia y Macedonia, como Asia Menor, Egipto y Persia. Tras su muerte, el imperio se disgregó y fue repartido entre sus generales, que fundaron diversas dinastías gobernantes en cada región: la de los Antígonos en Macedonia y Grecia, la de los Ptolomeos en Egipto, la de los Atálidas en Asia Menor y la de los Seléucidas en Persia. Estos reinos helenísticos conformaban entre todos un vasto conjunto de tierras con lenguas de origen y tradiciones muy diversas, pero unidos entre sí por la convicción firme en el poder del logos y de la lengua griega. Su objetivo fue perpetuar la cultura helenística y a ello dedicaron siempre líneas estables de dinero. Imperio de Alejandro Magno. 109 6 Diálogo
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