La modernidad: el problema del conocimiento 2 LA NECESIDAD DE UN FUNDAMENTO SEGURO PARA EL CONOCIMIENTO Si la humanidad ha vivido durante tanto tiempo bajo el enorme error de haber aceptado como verdadero el sistema ptolemaico, ¿en qué otras cosas podemos estar también equivocados? ¿Son ciertas todas las teorías físicas, metafísicas, epistemológicas que hemos ido construyendo a lo largo de los últimos dos milenios? ¿Cómo podemos alcanzar el conocimiento verdadero? Con el miedo al error todavía presente y la revolución científica en pleno auge, desde la filosofía se abre un nuevo horizonte en el que se plantea, como objetivo principal, tratar de ver cómo podemos construir todo un nuevo sistema de conocimiento que nos permita evitar caer de nuevo en otro error como aquel en el que habíamos estado viviendo. A partir de este momento surgen las dos grandes corrientes epistemológicas de la época moderna: el racionalismo y el empirismo. Cada una de ellas, a su manera, intenta construir su propia teoría del conocimiento a partir de una base sólida que dificulte su derrumbamiento. Por un lado, nos encontramos con los autores racionalistas, quienes, retomando la tradición platónica, reniegan de los sentidos como fundamento del conocimiento verdadero, que solo puede ser alcanzado mediante la razón. Los racionalistas se basan en la idea de que la experiencia puede llevarnos a resultados erróneos, y que, precisamente por eso, debemos edificar todos nuestros saberes sobre la propia razón, aplicando para ello un razonamiento de tipo deductivo, que tendrá su base en las ideas innatas. De hecho, una de las principales tesis defendidas por los racionalistas es el innatismo, algo que Platón ya postuló en su momento. El innatismo afirma que los seres humanos poseemos, desde nuestro nacimiento, una serie de ideas en nuestra mente que son independientes de la experiencia, como podría ser, por ejemplo, la idea de Dios. Los empiristas, en cambio, ocupan el lado contrario del espectro: frente a un racionalismo alejado del mundo, debemos acudir a la experiencia, tratando de levantar todo nuestro sistema de conocimiento sobre aquello que podemos percibir mediante los sentidos. Esta corriente de pensamiento se dio casi en su totalidad en la actual Gran Bretaña, y sus ideas principales podrían resumirse en dos puntos: a) negación de las ideas innatas y b) defensa de que todo nuestro conocimiento proviene, en último término, de la experiencia. Frente al método deductivo, los autores empiristas serán más proclives a defender un tipo de razonamiento que sea inductivo. Teniendo en cuenta estas dos corrientes, las preguntas clave que debemos hacernos ahora podrían ser las siguientes: ¿qué cosas o entidades podemos llegar a conocer? ¿Cómo funcionan la mente y el conocimiento humanos? ¿Cuál es el límite de lo cognoscible? ¿Cómo podemos llegar a alcanzar la verdad? ¿Existe la verdad? La deducción es un método de razonamiento que consiste en ir extrayendo conclusiones particulares a partir de premisas generales cuya verdad es innegable. Si las premisas son verdaderas, el resto, necesariamente, tiene también que serlo, pues procede directamente de aquellas. Es un método muy utilizado en las ciencias matemáticas y en la lógica, y se opone a la inducción, que trata de formular conclusiones generales a partir de hechos particulares empíricamente comprobados. ELABORACIÓN DE UN BREVE TEXTO Sin leer nada de lo que viene a continuación, escribe un breve texto en el que intentes dar una primera respuesta a las preguntas que acabamos de formular. 176 9 Diálogo
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