Historia de la Filosofía 2 BACHILLERATO

El debate político. Las propuestas platónica y aristotélica sobre el mejor orden social guerreras vivirán en comunidad, y todas sus necesidades estarán cubiertas por el Estado, que además regulará sus relaciones sexuales conforme a principios eugenésicos, con miras siempre al bien del Estado. Además, para que puedan dedicarse en exclusiva a su noble función, tampoco tendrán acceso al matrimonio ni a la familia. Todas las guerreras serán comunes a todos los guerreros; los hijos también serán comunes a todos, se criarán en casas de maternidad del Estado y no conocerán a sus padres biológicos. Para compensar estos sacrificios, ser guerrero será considerado un alto honor. A esta clase se adscribirán aquellos en cuyas almas domina la parte irascible, por lo que preferirán honores y prestigio antes que riquezas o una vida confortable. Platón, un adelantado en la igualdad de género A diferencia de Aristóteles, cuya visión de la mujer reflejaba los fuertes prejuicios sexistas y misóginos de la sociedad griega, Platón se atrevió a ir contra la corriente de su tiempo y consideró que varones y mujeres tienen las mismas capacidades naturales, y que no es el género lo que debería determinar la función que se ejerce en la sociedad, sino el talento natural y el mérito, que están repartidos indistintamente entre varones y mujeres. Por tanto, en el Estado ideal las mujeres desempeñarán también la función de guerreras y de gobernantas, en igualdad de condiciones que los varones, a condición –eso sí– de que reúnan las cualidades y los méritos necesarios. El ‘comunismo’ de Platón: antídoto contra la corrupción Lo que algunos han llamado el comunismo de Platón solo se aplica en realidad a las clases dirigentes, esto es, a los guerreros y a los gobernantes. El Estado platónico se basa en el principio de la separación de poder y riqueza, de modo que los poderosos no pueden ser ricos, y los ricos no pueden ser poderosos. Con esto pretende Platón eliminar de raíz la corrupción y ahuyentar de la política a quienes acuden a ella para enriquecerse y, con sus luchas, destruyen la unidad y el orden social. El poder solo podrá usarse en beneficio del interés colectivo, nunca del privado. Por otra parte, el comunismo en las clases altas se aplica también a las mujeres y a los hijos, que son también comunes. c) La clase de los gobernantes y gobernantas tiene la importantísima función de gobernar de manera justa y sabia. Serán elegidos de entre los mejores guerreros y guerreras para seguir durante años una educación especial, basada en las matemáticas y la filosofía; solo tras muchos años de estudio, se dedicarán por turnos a gobernar la ciudad, a la luz del conocimiento de las Ideas eternas de Bien, de Justicia y de Belleza. Al igual que los guerreros, tampoco tendrán acceso al dinero, a la propiedad privada y a la familia, pero en compensación podrán dedicarse al disfrute de la filosofía el tiempo que no se dediquen a gobernar. Esta clase estará formada por individuos en cuyas almas predomina la parte racional y que, por tanto, jamás se preocupan por alcanzar poder, riquezas, u honores, sino que aspiran a una vida dedicada al estudio y al conocimiento, y son por naturaleza los más justos y cabales. 93 5 Diálogo

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