Historia de la Filosofía 2 BACHILLERATO

El pensamiento helenístico: de la polis al imperio b) El ser humano se muestra y exterioriza su racionalidad con el lenguaje, es un animal que habla, y el hecho de hablar, remitir al mundo y describirlo es lo que le hace formar parte de la comunidad de seres racionales y ser un «animal con logos», que realiza el logos. c) Teoría del conocimiento: los estoicos comprenderán la mente como una tablilla sin escribir que, gracias a la percepción (tener sensaciones por los sentidos) y la katalepsis (tomar conciencia de lo percibido, darle orden y «com-prender» o tomar posesión), va nutriéndose progresivamente de recuerdos, experiencias, conceptos generales y, en definitiva, de diferentes grados de saber. d) Ontología: el estoicismo descarta el dualismo y defiende un monismo materialista. Este es el único mundo que existe, y lo más verdadero y real es un logos corpóreo, una materia organizada que vertebra y causa todo lo que ocurre. A esto le llamará «ley divina», providencia o dios. e) Su noción de dios se entiende como algo dentro del universo, como aquello que mueve al cosmos (el mundo entero). De la misma forma que el alma individual es aquello que mueve a cada cuerpo singular, dios no es más que movimiento y vida del cosmos («cósmico espíritu de fuego»), aquello que lo anima, que lo organiza y mueve, su metro y medida. f) Todas las cosas están conectadas entre sí, existe un determinismo (todo ejerce consecuencias sobre el resto de cosas, y está también sometido a causas), el cual entrará en colisión y conllevará la reflexión acerca del concepto de libertad. g) La tensión acerca de la libertad procede, en último término, del conflicto entre la noción de un cosmos sometido a razón y medida (el logos de Heráclito) y la inclinación de todo ser humano a sentirse libre en cuanto independiente de las fuerzas externas (enseñanza cínico-socrática). Este conflicto se resuelve postulando racionalidad en el alma humana y concibiendo la libertad como el regirse cada uno por sí mismo, por lo más suyo, «según razón», y no siguiendo las pasiones externas o el automatismo mecánico. Este autodominio supone el control racional de nuestras emociones, deseos y pasiones. h) La filosofía se erige también, por lo tanto, como una medicina para el alma, como un «sistema del saber» ordenar la conducta según la razón que cada uno porta en sí y que rige el mundo. El autodominio que promulga consistirá en cierta apatía (ausencia de pasiones y emociones, de apego) que es expresada con precisión en la máxima estoica «la felicidad no consiste en poseer, sino en no desear». i) Aceptar las adversidades evitará que las desgracias perturben la paz del alma. Y es que el destino es inexorable, no podemos cambiarlo. Pero sí podemos cambiar nuestra forma de afrontarlo, nuestra actitud, aceptándolo, asumiéndolo con resignación. Todo lo que nos sucede está bien y es parte del logos cósmico: «No procures que lo que sucede suceda como lo quieres, sino quiere que lo que sucede suceda como sucede, y serás feliz», dijo Epicteto. j) Proporciona una respuesta al problema del mal en el mundo: las malformaciones individuales, los destinos personales aciagos, los errores, todos ellos serán necesarios según el logos universal («ley divina») y el estoicismo invitará a aceptarlos y no malgastar energías en intentar luchar contra ellos. Cualquier imperfección individual no será más que un mero accidente de la historia general de un todo eterno y perfecto. k) El estoicismo cumple con la aspiración del ser humano de la época helenística a encontrar algo que le salve proporcionándole la seguridad de algo estable y a lo que pertenece: de cuya ley natural él, con su razón, forma parte. Acceder a ese estado significará la tranquilidad de ánimo de la ataraxia. Estoa en el ágora de Atenas. 121 6 Diálogo

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