Filosofía y ciudadanía en la ilustración griega Aspasia tuvo una relación intelectual y amorosa con Pericles desde el año 450 a. C. hasta la muerte de Pericles en el 429 a. C. Juntos tuvieron un hijo que inicialmente no fue ciudadano debido a la ley promulgada por el mismo Pericles que limitaba la ciudadanía a aquellos con dos progenitores atenienses. Posteriormente Pericles adoptó a su hijo y lo naturalizó con un acto especial. Aspasia murió a finales de siglo. El caso de Aspasia de Mileto nos da muestra, por una parte, de la enorme fuerza de la tendencia ilustrada ateniense, que permitió la participación en el diálogo intelectual y la educación de ciertas mujeres; y también de la tendencia contraria que denostó a una figura femenina tan sobresaliente y que acabaría imponiendo una visión peyorativa en la historiografía posterior, donde Aspasia aparece cada vez con menor frecuencia y en la que se la reduce al mero estatus de pareja de Pericles. Aspasia on the Pnyx (1888), Henry Holiday. «Será oportuno investigar aquí quién fue esta mujer, que tanto arte y poder tuvo para tener bajo su mando a los hombres de más autoridad en el gobierno, y para haber logrado que los fil sofos hayan hecho de ella no una ligera o despreciable menci n. (...) Algunos son de la opini n que Pericles se inclin a Aspasia por ser mujer sabia y de gran disposici n para el gobierno, pues el mismo S - crates, con sujetos bien conocidos, frecuent su casa, y varios de los que la trataron llevaban a sus mujeres a que la oyesen.» (Plutarco. Vidas paralelas, XXIV) 3 QUIÉNES ERAN LOS SOFISTAS Y QUIÉN ERA SÓCRATES La democracia ateniense supuso unos cambios políticos que exigirán al ciudadano un gran dominio del arte de la palabra, si se aspira a tener relevancia política y hacer valer las propias opiniones. Los nuevos comerciantes adinerados necesitarán entonces iniciarse en la paideia (educación) y refinar al máximo sus instrumentos retóricos, así como ampliar sus conocimientos. Hasta ese momento estas cualidades solo las había necesitado la aristocracia propietaria de tierras, ya que solo ellos habían sido ciudadanos hasta las reformas democráticas que permitieron ser-lo también a los hombres libres no propietarios. La necesidad de formación de este nuevo grupo social ascendente será la que originará la actividad de los sofistas en la Atenas del siglo v a. C., profesionales en la formación que a cambio de dinero prometerán la competencia en el discurso ante la Asamblea o en los tribunales de justicia. Los sofistas despertarán recelo, ya que la sociedad tradicional –hasta entonces la única que podia participar de la paideia– verá cómo cada vez más individuos forman y educan en la oratoria a cualquier ciudadano, sea cual sea su origen social. Los sofistas colaboran en que la educación deje de ser exclusiva y comience a ser transversal en la sociedad. Inician la actividad educativa como negocio y ello conlleva que cualquiera que tenga recursos económicos pueda adquirirla, que sea enseñable en breve tiempo y que no requiera de gran esfuerzo. Junto con la mayor accesibilidad de la educación aparecerá, así pues, una connotación negativa en torno a los maestros en sabiduría (hasta entonces denominados sofos, sabios) y Platón plasmará ese aspecto peyorativo en el término «sofista», aplicado a quienes impartían dicha formación a cambio de cuantías económicas. 40 2 Diálogo
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