Historia de la Filosofía 2 BACHILLERATO

De la teología a la ciencia Género y especie En biología dos seres vivos, para pertenecer a una misma especie, deben ser potencialmente fértiles entre sí, es decir, que si se cruzan tendrán descendencia fértil. Por su parte, el género es una categoría superior en la que se incluyen diversas especies. Si seguimos subiendo en la escala taxonómica llegamos a los reinos. Por ejemplo, el ser humano forma parte de la especie Homo sapiens y la especie sapiens pertenece al género Homo (en el que se incluirían el neanderthalensis, el floresiensis, etc.) y, a su vez, el género Homo se encuentra clasificado dentro del reino animal. Pero en el ámbito de la filosofía y, más concretamente, en el de la lógica, se utiliza en un sentido más amplio, no solo para referirse a los seres vivos, sino a cualquier tipo de cosa. Con especie, nos referimos a una clase subordinada al género, que es de nivel superior. Por ejemplo, si tomamos como género al conjunto de los muebles, la especie de las mesas sería una especie dentro de dicho género. Por tanto, lo que caracteriza a los miembros de una misma especie o a un mismo género es que tienen unas características comunes. Tanto el género como la especie fueron considerados como universales. Aunque existen múltiples posiciones ante el problema de los universales, podemos encontrar dos tendencias mayoritarias en este periodo: a) El realismo: considera que el concepto, por ejemplo, de humanidad, es una realidad, tiene una existencia propia y todos los seres humanos individuales contienen dicha esencia. Es decir, el universal es previo a la cosa particular. El universal es, por tanto, una cosa (en latín, res), en sí mismo es objeto de pensamiento y, al mismo tiempo, subsiste (está) en los individuos concretos. Por ejemplo, un conjunto de individuos que tienen una esencia común, unas características comunes, forman una especie y, a su vez, si diversas especies comparten aspectos comunes, constituyen un género. Dichas esencias que les hacen pertenecer a una especie o género son consideradas por los realistas como cosas, reales. Uno de los máximos representantes de la posición realista fue Guillermo de Champeaux (1070-1120). Dentro del realismo, podemos distinguir entre: • Realismo extremo: afirma la existencia del universal como algo real (como las ideas o formas platónicas). Podemos incluir en esta categoría a Platón o Guillermo de Champeaux. • Realismo moderado o conceptualismo: afirma que los universales existen como conceptos o entidades mentales. En este grupo encontraríamos a Aristóteles y a Tomás de Aquino. b) El nominalismo: Roscelino de Compiègne (1050-1120) y su discípulo Pedro Abelardo (1079-1142) identifican la idea general con la palabra con la que se designa. Es decir, lo real son los individuos concretos que componen la especie, pero no su esencia. Los universales no son más que flatus vocis, palabras vacías, que no designan ningún objeto concreto, sino que solo sirven para nombrar un conjunto de individuos con características comunes. Pedro Abelardo consideraba que la universalidad es una función lógica de la palabra, es decir, únicamente las palabras pueden ser universales. Humanidad es un término universal que se puede predicar sobre varios individuos al mismo tiempo, pero no existe una realidad tal que pueda ser designada como la humanidad. Las cosas son las que posibilitan que se pueda predicar universalmente sobre ellas. El universal solo es una palabra que designa una imagen confusa que, al pensar, extraemos de una pluralidad de individuos concretos con una naturaleza semejante, en el mismo estado. Por tanto, la ciencia tendrá que ser una ciencia de lo particular, del conocimiento de objetos concretos; cuando hablamos de lo general, nos movemos en el ámbito de la opinión. Si recordamos a Platón, el auténtico conocimiento era de lo general y el conocimiento de lo concreto era considerado mera opinión. También Guillermo de Ockham defenderá el nominalismo. 151 8 Diálogo

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