Historia de la Filosofía 2 BACHILLERATO

La discusión ética en la filosofía clásica COMENTARIO DE TEXTO «“La felicidad no es un efecto del azar; es a la vez un don de los dioses y el resultado de nuestros esfuerzos”. Aristóteles inicia de esta manera tan firme y rotunda el capítulo VII del libro primero de su famosa Ética a Nicómaco. La idea de la felicidad como el resultado de nuestros esfuerzos, ya expuesta en el siglo iv a. C., es de una modernidad admirable y la Psicología científica intenta dilucidar qué esfuerzos son más inteligentes que otros para conseguir el bienestar personal. El concepto de felicidad de Aristóteles se aleja de la ética de Platón y ya no es necesario que el individuo sea un filósofo que alcance el conocimiento absoluto para dirigir sus acciones hacia la moralidad. [...] No obstante, la visión popular sobre la mejora del bienestar y la felicidad de las personas no coincide ni con la de Aristóteles ni con la de la Psicología. El cambio, para la mayoría de las personas, viene más del azar, del destino o de lo que los dioses tengan a bien depararnos, que de nuestras acciones y nuestro esfuerzo. Estamos obsesionados esperando circunstancias externas que nos cambien la vida para mejor: conocer a alguien maravilloso, viajar a la India, que nos toque la lotería, haber nacido en otra época...» P. Fernández-Berrocal y N. Extremera Más Aristóteles y menos Prozac: de la inteligencia emocional a la felicidad. Fundación Botín 4.3. ¿QUÉ ES LA FELICIDAD? «Dime qué idea tienes de lo que es el ser humano, y te diré en qué consiste la felicidad humana». Probablemente, Aristóteles respondería algo parecido. De hecho, para indagar en qué consiste la felicidad, el naturalista y observador Aristóteles –a diferencia del metafísico Platón– dirige de nuevo su mirada al ser humano y a la naturaleza. Constata entonces que la naturaleza –que actúa siempre con una intención o propósito– ha provisto a cada especie de seres vivos de lo que necesitan para el desempeño de su función natural, su función propia y específica. Así, observa que ha dotado a las plantas con ciertas capacidades para que lleven a cabo determinadas funciones vitales mínimas (nutrición, crecimiento y reproducción), lo que les permite vivir y llevar una vida propia de las plantas. Igualmente, ha dotado a los animales con nuevas capacidades que les permiten realizar otras funciones naturales (como la sensitiva o la locomotora), para así poder llevar una vida propia de animales. De modo similar, al ser humano le ha añadido en exclusiva la facultad racional (logos), para que ejerza la función de la racionalidad y pueda llevar la vida propia de un humano. Por tanto, aun cuando siempre habrá algunos individuos humanos que lleven vidas más parecidas a la de las bestias que a la de los seres dotados de razón, vivir humanamente consistirá en una vida basada en el uso y en el ejercicio de la razón, que es lo más propio del ser humano. A partir de ahí, la respuesta a la pregunta de en qué consiste la felicidad se sigue fácilmente: la felicidad consistirá en un tipo de vida, la propiamente humana, basada en el ejercicio de la razón; pero, no de cualquier modo, sino bien y de manera excelente o, como dice Aristóteles, conforme a la excelencia o virtud. Este es el tipo de vida que lleva al perfeccionamiento de la función natural del ser humano y, con ello, a una vida humana plena y feliz. Cuestiones 1. Define el problema abordado en el texto y su idea principal o tesis. 2. Establece la estructura del fragmento, señalando si es un texto expositivo o argumentativo. 3. Relaciona las ideas del texto con la postura de otros filósofos estudiados en esta unidad. 4. Escribe una disertación o un ensayo breve en que reflexiones sobre estas cuestiones: ¿De qué depende la felicidad? ¿Depende más de la suerte o de nuestros propios esfuerzos? ¿Qué dice la psicología científica actual al respecto? Fresco de Ludwig Seitz. 77 4 Diálogo

RkJQdWJsaXNoZXIy MzI3MzI=