Historia de la Filosofía 2 BACHILLERATO

De la teología a la ciencia Hildegard se encuentra con un ámbito eclesial que brindó a monjes y monjas posibilidades de acceso a los saberes eclesiásticos antes de que las universidades segregasen al sexo femenino en el siglo xiii. Al formar parte de la orden benedictina, el saber y la instrucción eran fundamentales para la predicación. En dicho contexto, Hildegard se propone como un modelo de mujer sabia que es importante conocer dada la carencia de este tipo de referentes femeninos en el mundo académico. Las principales aportaciones de Hildegard a los diversos campos del saber fueron: • Medicina y biología: su libro Liber subtilitatum diversarum naturarum creaturarum (Libro sobre las propiedades naturales de las cosas creadas) incluía: – La Physica o Libro de la medicina simple, en el que describía de forma exhaustiva las plantas, los animales y los minerales desde una perspectiva curativa; es considerada como una de las primeras historias naturales en lengua alemana. Contiene descripciones de 230 plantas herbáceas y 60 árboles. Como curiosidad, también incluía al unicornio y lo describía. Exceptuando este detalle, cabe destacar que su obra médica está separada de sus visiones y, aunque desde una perspectiva actual no puede considerarse científica, tiene un marcado talante científico basado en la observación. – Causae et curae o Libro de la medicina compleja, en el que estudiaba las enfermedades y sus remedios, basándose en la observación y su propia praxis médica. Las enfermedades eran consideradas por Hildegard como fruto del desequilibrio entre los cuatro humores, siguiendo la teoría antigua de Galeno. Las plantas servían, según la abadesa, para reequilibrar dichos humores. Hildegard era una médica naturista, que utilizaba hierbas, plantas minerales y rocas para curar, y analizaba sus efectos. Además, trataba de generar en sus discípulas hábitos de vida saludables y les enseñaba el cultivo de hierbas para su uso medicinal. También prestaba atención a una alimentación sana y a una buena salud dental para las monjas del convento, llevando a cabo una medicina preventiva. Desde los pitagóricos, se ha considerado en todas las épocas que la música puede ponernos en contacto con la divinidad. Muchos músicos en la historia han pretendido con su música alcanzar o dialogar con Dios: Johann Sebastian Bach, John Coltrane, Ennio Morricone, Arvo Pärt e incluso músicos electrónicos actuales. Imágenes del Liber scivias (1141-1151), que ilustran sus visiones del cosmos y la posición que ocupa en él la humanidad. • Música: la música para Hildegard tenía una función mística para adorar, para acercarse a las esferas celestiales. Sus composiciones están inspiradas por sus visiones. Consideraba la música como una manera de curar el alma, ya que tanto cuerpo como alma necesitan de esa cura. Compuso más de cien obras musicales, en las que exploraba más allá de la composición gregoriana de la época; si las composiciones gregorianas se limitaban a una octava, las de Hildegard se ampliaban a dos. Dichas composiciones se recuperaron en los años 70 y 80 del siglo pasado. Destaca, por ejemplo, su Sinfonía de la armonía de las revelaciones celestiales y su Ordo Virtutum. • Lingua ignota (‘Lengua desconocida’): Hildegard creó un alfabeto de 23 letras (litterae ignotae o letras desconocidas) y una lengua desconocida. Se trata de la primera lengua universal artificial (a diferencia de los lenguajes naturales, como el español, el inglés, el catalán o el francés) de la que tenemos conocimiento (algunas de las más conocidas son el esperanto y la interlingua). Es una lengua inventada, de aproximadamente mil palabras, estructurada y basada en relaciones de asociación, en la que las palabras tienen una correspondencia jerárquica con los seres, comenzando por Dios y los ángeles. Hildegard pensaba que, al igual que la mayoría de sus conocimientos, le había sido revelada por Dios a través de sus visiones. 157 8 Diálogo

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