Del mito al logos: los presocráticos 3.1. ¿DE QUÉ ESTÁN FORMADAS TODAS LAS COSAS? «¿Cómo puede el cabello originarse de lo que no es cabello y la carne de lo que no es carne?» Simplicio. Física, 164, 22 El primer preguntar filosófico se centró en cómo era posible que las cosas cambiasen en la naturaleza, a la que los griegos denominaban physis. Dicha pregunta puede quizá chocar con la época actual, en la cual el cambio es el estado más normalizado del ser humano (de trabajo, de vivienda, de pareja...). En la Antigua Grecia ocurría lo contrario: los seres humanos se maravillaban de que la tierra se transformara en plantas, de que las habas que no se consumían se convirtieran en algo putrefacto y de que los ojos de la persona amada devinieran casi pasas una vez muerta. ¿De dónde surgía la cosa nueva? ¿Cómo se componía? ¿De dónde salían sus materiales? Si se formaba de lo anterior, ¿habría algo en la cosa anterior que seguía estando en la cosa nueva? ¿Había quizá algún componente común a todas las cosas por debajo de sus cambios aparentes? Los primeros en hacerse estas preguntas y formular respuestas fueron los pensadores de la escuela de Mileto (S. vii a. C.). De dicha escuela se conoce principalmente a Tales, Anaximandro y Anaxímenes. Cada uno, y en ese orden, fue maestro del siguiente. Todos ellos pertenecían a la clase media y participaban de la vida pública, a la vez que también sabían de astronomía, matemáticas y otros saberes prácticos que les permitían ayudar a la comunidad prediciendo eclipses, desviando cursos de ríos, prediciendo cosechas... Ellos formularon por primera vez la pregunta de si había un elemento común a todas las cosas que pudiera explicar cómo las cosas cambian y se transforman unas en otras. A dicho elemento lo llamarían arjé (origen, sustancia material de todo y fuerza que actúa). Para Tales, esta sustancia sería el agua, para Anaximandro el ápeiron (lo indeterminado, sin cualidades) y para Anaxímenes el aire. Anaximandro de Mileto. El concepto de physis (naturaleza) es el que desencadena el interrogar en los primeros filósofos. Para ellos la naturaleza tiene los siguientes rasgos: • Está en movimiento y rompe continuamente con lo que era: es crecer y transformarse. • Trae a la luz nuevos rasgos de las cosas: es desvelar lo oculto, nacer y hacerse visible lo que ya estaba dentro de las cosas. Tras la escuela de Mileto, muchos otros pensadores en otros lugares de Grecia también respondieron a la pregunta acerca de cómo era la physis y cómo era posible el cambio (Pitágoras, Heráclito, Parménides, Empédocles, Anaxágoras y Demócrito, entre otros). Gracias a las conjeturas y réplicas que se dirigen unos a otros, el pensamiento va avanzando y las respuestas son cada vez más complejas y sofisticadas. Podemos sintetizar de la siguiente forma todas sus respuestas ante la pregunta: ¿cómo es posible el cambio en la naturaleza? a) Es necesario que haya un sustrato común (arjé en su acepción de origen material), algo por debajo de los cambios aparentes, que permita las transformaciones de unas cosas a otras y que asegure la continuidad en el cambio, es decir, que de verdad eso se ha convertido en lo otro. 27 1 Diálogo
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