Historia de la Filosofía 2 BACHILLERATO

b) ¿Qué trata de transmitir? A partir del análisis anterior, podemos ensayar una interpretación de la imagen. Para ello: 1) E nunciaremos en un juicio (una oración con sujeto, predicado y todos los complementos y subordinadas que sean necesarios) el mensaje fundamental, la idea filosófica principal, que creemos que expresa la imagen (a partir de las relaciones de los elementos analizados en la descripción). Incluiremos en la explicación una referencia a todos esos elementos (figuras, fondo, color, contexto, relaciones…) a partir de los cuales hemos interpretado esa idea filosófica fundamental. También habremos de decidir si formulamos el juicio de una forma más general, más abstracta, o de manera más concreta y ajustada a los elementos de la imagen. Asimismo, debemos considerar la intención que, en nuestra opinión, tenía en mente el autor o autora de la imagen; intención que puede o no coincidir con nuestra interpretación. 2) E sto nos lleva a ser conscientes de que puede haber diversas interpretaciones, diversas ideas a transmitir por una misma imagen. No tiene por qué haber un único mensaje en cada imagen; este puede quedar abierto. Tanto más interesante será la imagen para nuestro análisis cuanto más rica en sugerencias, cuanto más incite a pensar y más abierto quede el mensaje que transmite. Deberemos fijarnos, entre otras cosas, en si los elementos que aparecen en la imagen simbolizan alguna idea determinada o si se representan, sin más, a sí mismos. También las relaciones entre ellos, así como ciertos detalles (objetos, gestos) en la imagen, nos ayudarán a una interpretación interesante. c) Reflexión filosófica: una vez formulada en un juicio la idea principal expresada en la imagen, podemos entrar de lleno en nuestra reflexión filosófica. Esta se desarrollará según la estructura que explicamos en el apartado de la disertación filosófica: introducción, desarrollo y conclusión. 1) E n la introducción podemos recoger la idea principal que enunciamos en el apartado anterior relacionándola con la problemática filosófica general a la que responde. Para ello, podemos formular algunas de las preguntas filosóficas que han dado lugar a dicha idea, sin todavía responderlas. 2) E n el desarrollo –estructurado en varios párrafos (un párrafo por idea)– podemos explicar algunas de las respuestas a esas preguntas y, sobre todo, la que en nuestra opinión expresa nuestra imagen. Respondemos tanto con razonamientos propios como con los argumentos pertinentes de autores o autoras de la historia de la filosofía estudiados. Seguro que alguno de estos autores o autoras dijo, en alguna época histórica, algo interesante al respecto de las preguntas formuladas. Es también el lugar para actualizar la cuestión planteada, relacionándola con problemas filosóficos del presente y de cualquier ámbito: epistemológico, ético, de filosofía política, etc. Asimismo, es pertinente dar nuestra respuesta personal al problema filosófico tratado en la imagen, siempre con argumentos sólidos y fundamentados. 3) E n la conclusión recordamos el problema y la idea principal de la imagen, sintetizamos las reflexiones en torno a ella expuestas en nuestro análisis filosófico y procuramos llegar a una interpretación final resumida y justificada. Volvemos a insistir en que las recomendaciones expuestas en el apartado de la disertación son también, en general, pertinentes para esta parte. El comentario de texto, la disertación, el análisis filosófico de imágenes… Esperamos que todas estas sugerencias, consejos y recomendaciones sean de utilidad a la hora de abordar las distintas situaciones de aprendizaje propuestas a lo largo del libro y, especialmente, a la hora de enfrentarnos a la nueva prueba competencial de acceso a la universidad. Llegó el momento de comenzar el viaje. ¡Ánimo y buena travesía! Diálogo

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