Historia de la Filosofía 2 BACHILLERATO

Filosofía y ciudadanía en la ilustración griega 2 EL PAPEL DE LA MUJER EN LA CULTURA Y LA FILOSOFÍA GRIEGAS: EL CASO DE ASPASIA DE MILETO El ateniense es el primer caso de democracia que encontramos en la historia de la cultura occidental. Ahora bien, en la democracia ateniense la ciudadanía no era concedida ni a los extranjeros, ni a los esclavos, ni a los niños, ni a las mujeres. Solo los varones que cumplían ciertas condiciones podían ser ciudadanos. Esta desigualdad en el trato y en las oportunidades entre hombres y mujeres no se dio de forma aislada en la Atenas de Pericles, sino que ya se había dado en toda la Antigua Grecia desde la época oscura. El relato homérico reserva diferentes roles para hombres y mujeres: la acción se desarrolla siempre en torno a los caudillos guerreros; ellos son los sujetos de la acción y ellas solo aparecen en la medida en que son sus esposas, sus amantes, sus esclavas o las diosas que los seducen. Los varones son los que marcan quién aparece en la historia, pues las mujeres solo aparecen si tienen trato con dichos varones. Además, en esas historias míticas que modelaron a los seres humanos en los siglos anteriores al siglo de oro ateniense, se presenta a las mujeres cumpliendo con determinados estereotipos. A continuación, nombraremos algunos de ellos: Papeles y espacios sociales por razón de sexo en el relato mítico de la época oscura y arcaica Hombres Mujeres Dedicación a la guerra, a la política y a las competiciones deportivas. Dedicación a los trabajos domésticos: tejer, preparar el lecho, encender el fuego, lavar la ropa, moler el trigo, limpiar, acarrear agua... Sus virtudes son la valentía en el combate y la prudencia e inteligencia en la actividad política, así como la fortaleza en el deporte. Sus virtudes son la laboriosidad y la prudencia (muy valorada en Penélope, la esposa ejemplar de Ulises que le espera durante veinte años). Características propias de su personalidad: «de forma natural» no se dejan obnubilar por los sentimientos y no muestran miedo. Características propias de su personalidad: «de forma natural» el amor nubla con frecuencia su razón, muestran miedo fácilmente y se las compara habitualmente con los niños. Atributos comunes a los dos sexos: • Inteligencia comprendida como astucia • Belleza Estas historias míticas seguían modelando en parte la mente de los atenienses del siglo v a. C. y ejemplificaban los tipos psicológicos humanos que todos daban por normales (retrataban la normatividad de qué era ser mujer o qué era ser hombre). Además, con el desarrollo de las polis en los siglos vii a. C. y vi a. C. la hostilidad hacia las mujeres creció, pues en muchas de estas ciudades-estado las mujeres no podían heredar propiedades y eran sus maridos los únicos que podían administrar las tierras y negocios que por línea biológica les deberían pertenecerles a ellas. La mujer ateniense era considerada toda su vida como una «menor» y necesitaba siempre de un «tutor» (primero su padre y luego su marido o hermano) para administrar sus bienes. Esta situación de desigualdad de derechos, no solo políticos (prohibición de participar en las instituciones democráticas de la ciudad), sino también civiles (libre movimiento, libre matrimonio...) y económicos (poder heredar, vender, administrar y comprar) se dará de forma extrema en Atenas. En Esparta, sin embargo, las mujeres podían heredar, ser propietarias y gestionar negocios y tierras, así como participar en deportes. Además, en una polis guerrera como Esparta, tenían el mismo entrenamiento físico que los hombres, y el sexo fuera del matrimonio se toleraba en hombres y mujeres porque así se proveía de más soldados al Estado. Cuando Esparta decayó en el siglo iv a. C., el poder de las mujeres se incrementó exponencialmente y estas llegaron a controlar dos quintas partes de las propiedades de la ciudad. En Atenas la desigualdad entre hombres y mujeres se dio de una forma más extrema en el caso de las mujeres que pertenecían a minorías, como era el caso de las extranjeras y de las esclavas. Las mujeres extranjeras podían casarse pero sus hijos no serían ciudadanos atenienses (según la ley de la ciudadanía elaborada por Pericles en el 451 a. C.); y las mujeres esclavas directamente pertenecían a sus amos. En este contexto, vivió y destacó la extranjera Aspasia de Mileto, a quien algunas fuentes identifican como referente intelectual de Sócrates. 38 2 Diálogo

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