Filosofía y ciudadanía en la ilustración griega 4.5. EL PODER DE LA EDUCACIÓN Atenas fue considerada en el siglo v a. C. como la escuela de toda la Hélade. En ella los sofistas negociaban con sus enseñanzas para mejorar la capacidad oratoria de los atenienses (nobles o no) que deseaban prosperar y tener poder e influencia en la Asamblea soberana. Y Sócrates aguijoneaba a todos aquellos que con él conversasen con el fin, no de lograr el éxito social, sino la virtud y el perfeccionamiento como seres humanos. Mientras, algunas mujeres de los círculos más privilegiados acudían a casa de Pericles y Aspasia a escuchar a esta última y a «educarse» en la inteligencia política y retórica. La educación era un valor, tenía un poder y la sociedad ateniense lo sabía. Quién accedía a la educación, así como qué educación se impartía (qué capacidades se desarrollaban con ella), determinaría el futuro de la ciudad y definiría quién y cómo había de gobernar la polis. Como sabemos, la élite aristocrática ateniense, con reparos a la democratización de la educación, criticó a los sofistas y les acusó de prostituir el saber. Ahora bien, la polémica en torno a la posibilidad o no de comerciar con la educación implicaba otra cuestión: si la areté, la virtud consistente en ser capaz de llevar a buen término todo lo que implica una vida humana, era natural o había de aprenderse. Todos, sofistas y Sócrates, debatieron acerca de esta cuestión. Las dos posturas contrapuestas en este debate fueron las siguientes: a) La areté como un don natural que no se puede enseñar. Posición defendida por los sectores aristocráticos con tendencias oligárquicas. b) La areté como una práctica o esfuerzo personal, acompañada de cierta guía o enseñanza en el proceso de su adquisición. Posición defendida por Sócrates, los sofistas y los grupos sociales ascendentes con tendencias democráticas que defendían que la areté no procedía de la cuna y podía aprenderse. Dentro de esta posición, los sofistas distarán enormemente de Sócrates en cuanto a lo que entendían por areté. • Según los sofistas, la areté es únicamente la capacidad de persuasión en la asamblea y las capacidades retóricas; así pues, una areté de aprendizaje rápido y sin gran esfuerzo intelectivo ni moral. • Según Sócrates, la areté es una excelencia del ser humano al completo, no solo en sus dotes oratorias, y adquirirla exigirá de un largo recorrido y esfuerzo intelectual y moral. Esta fue la posición defendida posteriormente por Platón. Por último, la cuestión de la educación también fue intensamente debatida en cuanto al cómo llevarla a cabo: ¿Cómo aprender la areté si esta no es un conocimiento concreto ni un contenido, sino más bien una capacidad, un saber hacer? A los sofistas se les criticará que, aunque la areté pueda enseñarse, sus procedimientos rápidos y mercantilizados no fueran quizá los adecuados para su aprendizaje. REFLEXIÓN EN GRUPO Y EXPOSICIÓN ORAL Actualmente podría afirmarse que el mundo digital en todas sus plataformas es la nueva «escuela mundial». Seres humanos de todas las edades pasan una media de más de cuatro horas al día consumiendo y atendiendo a contenidos digitales. Gracias a la «conexión» con la red conocemos muchos más lugares, personas, creaciones culturales, ideas, opiniones, sonidos, músicas y un largo etcétera, que no habríamos conocido si no hubiéramos estado conectados nunca a la red. Además, lo que ocurre en ese mundo de conexión digital llega también al mundo offline, pues si no te enteras directamente, lo más importante acaba siendo comentado en los pasillos, las calles, los autobuses y las colas del mercado. Reflexionad en grupo y preparad una exposición oral de 3 minutos de duración que responda con argumentos vuestros a las siguientes preguntas: 1. ¿Es el mundo digital verdaderamente la nueva «escuela mundial»? 2. ¿Qué contenidos y capacidades se aprenden en el mundo de la red? 3. ¿Qué futuro se está creando con esta nueva educación? 4. ¿Logra el mundo digital democratizar la educación? ¿Crees que algún grupo social puede ser reacio a esta posibilidad? 2 47 Diálogo
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