Historia de la Filosofía 2 BACHILLERATO

De la teología a la ciencia • Siguiendo a Aristóteles, Avicena considera la metafísica como el conocimiento de aquello que es, del ser en cuanto ser, es decir, de aquello común a todas las cosas que son. Los seres se diferencian en dos categorías: a) El ser posible, es decir, aquello que puede o no existir y, por tanto, ha de ser producido por una causa (por ejemplo, una persona, un caballo o un árbol). Los seres posibles que existen, todos ellos han sido causados. Pero si solo hubiera seres posibles, entonces, no existiría nada. En ellos la existencia acompaña a la esencia. b) El ser necesario, es decir, aquello que no tiene una causa fuera de él mismo o, mejor dicho, que es su propia causa y que, por tanto, no puede no existir. Ha de existir la causa de los seres posibles, es decir, Dios; es un ser necesario (e indefinible) en el que esencia y existencia coinciden, una sustancia inteligible que cuando conoce, crea. Este ser que posee en sí mismo el principio de su existencia es el más digno de ser pensado. • La distinción entre esencia y existencia. Por tanto, la esencia y la existencia se diferencian en todos aquellos seres posibles, mientras que en el ser necesario, se identifican. Existir es algo que les sucede a los seres, por lo que la existencia es un accidente de la esencia, lo cual significaba construir un mundo de esencias cuya existencia era independiente de si existían o no en el mundo sensible. Esto sería compatible con la idea de creación presente en el Antiguo Testamento. • El mundo y los seres creados. Que todo tenga una causa no quiere decir que la creación se llevara a cabo en un momento determinado del tiempo. Para Avicena, el mundo es eterno y su dependencia de una causa necesaria (Dios) es una dependencia ontológica, pero no temporal. Además, Avicena, como Al-Farabi, defiende la emanación (del mundo a partir del ser necesario, de Dios). En primer lugar, emana una inteligencia separada de la que surgen el resto de inteligencias y seres. Avicena creía que de una sola causa solo puede surgir un efecto, por lo que afirmaba que Dios había creado esta primera inteligencia, la cual crea otra vez y así sucesivamente. Además, Dios crea las esencias separadas del mundo, pero no los seres particulares. Esta idea de la emanación no es aristotélica, sino neoplatónica. Algazel (Al-Ghazali) (Irán, 1058-1111) Teólogo, político, místico y filósofo de origen persa. Algazel propone un escepticismo filosófico que acaba en defensa de la religión, como podemos ver por el título de sus obras: Restauración de los conocimientos religiosos y La destrucción de los filósofos. Algazel lleva a cabo una crítica de las tesis filosóficas de Aristóteles, Al-Farabi y Avicena, para dejar hueco a la religión y recuperar la doctrina coránica. Señala que los filósofos han errado al afirmar la eternidad de la materia, que no pueden demostrar la existencia de Dios, ni decir si este es incorpóreo o único, que se equivocan al rechazar la inmortalidad del alma o la existencia del infierno o del paraíso, etc. Para el filósofo persa, es necesaria una mística religiosa y no las elucubraciones de los filósofos que desvían del camino de la verdad. Averroes (Ibn Rušd) (Córdoba, 1126 - Marrakech, 1198) Se dedicó a la teología, las leyes, la medicina, las matemáticas y la filosofía. Fue protegido de los califas Abu Yaacub Yúsuf y Almanzor. Leyó a Aristóteles y afirmó que, en general y en casi todos los detalles, Aristóteles tenía razón. Si en la escolástica posterior Aristóteles era «el filósofo», Averroes fue considerado su «commentator» (comentador), pues dedicó su obra a comentar los libros de Aristóteles tratando de restablecer la auténtica doctrina aristotélica y de eliminar los elementos platónicos y neoplatónicos que incluía la interpretación religiosa. Para Averroes es un error escuchar a los teólogos y tratar de llevar una creencia religiosa al ámbito filosófico. Esto provocó que fuera rechazado por tratar de alcanzar la verdad a través de la razón. • Relación entre fe y razón. Para Averroes existe una sola verdad. La filosofía estudia el universo de modo reflexivo, demostrativo y racional, y sus conclusiones no pueden ser contrarias a la verdad de la religión. No obstante, podemos acercarnos a la verdad por vías distintas: la vía superior es la filosófica; la religión es un nivel inferior de conocimiento y se basa en una fe necesaria para los que no entienden los argumentos. Si parecen estar en conflicto, entonces las Escrituras deben interpretarse alegóricamente, metafóricamente. La filosofía está reservada a los sabios. La religión, sin embargo, utiliza un discurso probable destinado a persuadir. Pero ambas están en perfecta armonía. Los conflictos que han existido tienen que ver con el modo de expresión de filósofos y teólogos. El estudio de la filosofía debería ser obligatorio, pues los seres que estudia son una prueba de su autor, Dios. Lo pertinente y obligado en el Islam, dice Averroes, será aprender filosofía, estudiar el silogismo racional de la filosofía. 161 8 Diálogo

RkJQdWJsaXNoZXIy MzI3MzI=