Del mito al logos: los presocráticos d) Los males y desgracias se achacan a las acciones arbitrarias de los dioses. Los griegos de esa época oscura tienen la convicción de que el kakós (los males concretos que les ocurren a los humanos) es producido por la acción de los dioses. A veces se nombra a los dioses en las historias como autores del envío de sueños e ideas «dañinas» a los mortales sin ningún motivo aparente. En otras ocasiones, los dioses provocan un mal a un mortal como represalia a alguna acción de ofensa contra ellos (por ejemplo, cuando Artemisa, diosa de la caza, castiga sin viento a la expedición rumbo a Troya de Agamenón simplemente porque este había cazado un ciervo sagrado). Por último, también se dan casos en los que los dioses provocan males como efecto involuntario de sus acciones y sin haberlo previsto (Afrodita provoca que Helena se enamore de Paris e involuntariamente acaba causando la guerra de Troya). No hay una acción clara y planificada de los dioses en conjunto sobre el mundo de los mortales y más bien cada uno obra de forma arbitraria, pero debido a su gran fuerza y poder, sus acciones tienen consecuencias de gran envergadura sobre los mortales. e) Origen de los seres humanos. La primera intervención de los dioses olímpicos fue ya en el mismo origen del ser humano. Ahora bien, ya en esta narración de la creación de los humanos hay incoherencias y diferentes relatos según los poemas: según el mito de Prometeo, fueron Zeus y los olímpicos quienes los crearon. Además, Prometeo robó el fuego y se lo entregó con su poder técnico a los humanos, ya que juzgó que eran los seres más desprotegidos frente a otros animales. Según el mito de las edades del hombre, sin embargo, el ser humano existió desde siempre, y lo que hicieron los dioses fue ir degradándolo a una vida con cada vez más trabajo y sufrimiento. Ambos mitos y otros tantos relatos diferentes convivían simultáneamente en el relato del aedo, y los hombres y mujeres oyentes no se cuestionaban las incoherencias. f) Autoconciencia de los seres humanos como seres sufrientes y caducos, pero que resisten. Los aedos relatarán millones de sufrimientos en la vida de los hombres, que todos los días, a diferencia de los dioses, han de dedicarse al trabajo y a la supervivencia. El poema homérico dice: «de todo lo que se agita y respira en la tierra, no hay ser más digno de lástima que el hombre» (Odisea, 18, 130 ss.). No obstante, el ser humano en las historias resiste el sufrimiento, no se rinde y está erguido y recto, incluso en el rezo o cuando se encuentra con los dioses. g) Ética y areté (virtud). En las historias también se transmitirá un ideal de excelencia. Los personajes protagonistas serán los guerreros valientes, con poder material, dinero y un arte bélico sobresaliente. Alrededor de ellos se articularán todas las demás narraciones y personajes. Artemisa de la caza, de Leocares o Praxíteles. BÚSQUEDA DE INFORMACIÓN Y MAPA CONCEPTUAL Investiga cómo es cada uno de los dioses olímpicos. Encuentra el atuendo propio de cada uno de ellos, así como una anécdota de cómo intervienen en la vida de los mortales. Sintetiza la información en un mural en el que aparezcan todos ellos con sus respectivos atuendos y las frases que describen sus anécdotas. 22 1 Diálogo
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