Historia de la Filosofía 2 BACHILLERATO

La antropología en la filosofía clásica 4.3. EL ORDEN DE LOS SERES VIVOS Según Aristóteles, cuando observamos la enorme diversidad de seres vivos, constatamos que no todos participan en el mismo grado de la belleza y de la perfección de la vida. Vemos una gradación en el número y en la complejidad de las actividades vitales que pueden realizar, que va desde el mero vivir o vegetar de las plantas al vivir bien al que solo los seres humanos pueden aspirar. Un ser vivo es más perfecto en la medida en que es capaz de realizar mayor número de funciones vitales y, por tanto, participa en mayor grado de ese bien que para Aristóteles es la vida. Cuantas más funciones vitales puede hacer un ser vivo, más compleja y perfecta es su alma. Aristóteles distingue así tres tipos de alma, que van de la más simple a la más compleja y perfecta: la vegetativa, la sensitiva y la racional. En función del tipo de alma que poseen, clasifica y ordena los seres vivos según la siguiente jerarquía: a) Las plantas tienen el tipo de alma más simple, que es el alma vegetativa, y ocupan el escalón inferior en la jerarquía de los seres vivos. Su alma posee únicamente la facultad nutritiva, que permite realizar las funciones vitales básicas e indispensables para el mantenimiento de la vida: nutrición, crecimiento y reproducción. b) Los animales son el siguiente escalón en la jerarquía, debido a que poseen un alma sensitiva. Además de la nutritiva, poseen también la facultad sensitiva, la facultad apetitiva (o desiderativa) y la facultad motora. Gracias a la primera son capaces de recibir sensaciones, de tener imaginación y memoria, y pueden experimentar placer y dolor. Gracias a la segunda, son capaces de tener apetitos –como el hambre o la sed–, que son una clase especial de deseos (el deseo de lo placentero y el rechazo de lo doloroso); además son capaces de experimentar pasiones y emociones. Por último, gracias a la facultad motora pueden moverse y desplazarse por sí mismos. c) Los seres humanos ocupan el escalón superior debido a que tienen el alma más compleja y completa, un alma racional. Esta posee todas las capacidades anteriores, pero además se añade la razón (logos), lo que amplía enormemente la vida psíquica del ser humano en comparación con la del animal. La razón distingue al ser humano del resto de vivientes y lo capacita para actuar y vivir humanamente, de una manera muy distinta a como lo hacen las plantas o los animales. Por ello, y en alusión al tipo de alma que le es propia, Aristóteles define al ser humano como el animal racional, si bien en su obra La Política lo definirá también como el animal social o político. Aristóteles estudiando la naturaleza. 64 3 Diálogo

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