Filosofía y ciudadanía en la ilustración griega Algunos de los sofistas más importantes de la primera generación fueron Protágoras de Abdera, Hipias, Gorgias, Pródico. Y Trasímaco, Calicles e Isócrates de la segunda generación. Los rasgos comunes a todos ellos eran los siguientes: • Son profesionales de la enseñanza, es decir, solo imparten lecciones si son remunerados. Platón les acusará continuamente de la prostitución de los saberes. • Tienen estatus interciudadano, pues en su mayoría son extranjeros que van de ciudad en ciudad. Tienen un gran conocimiento experiencial y amplitud de miras. Ahora bien, esto también les coloca en una situación desigual y de mayor desamparo frente a la antigua sociedad ateniense que les contemplaba como intrusos y extraños. • Buscan la exhibición pública de sus capacidades de oratoria. Las competiciones verbales son su arma publicitaria más poderosa y en ellas abundan los monólogos, en lugar del verdadero diálogo. • Usan y valoran el saber enciclopédico y la ornamentación de los discursos, pues su objetivo es seducir al auditorio. • Se interesan por los mismos temas de reflexión: cómo se puede educar el arte de la palabra, qué relación hay entre persuasión y verdad, en qué se fundamentan las instituciones sociales (leyes, religión...), y el problema del relativismo en la moral y el conocimiento. En este contexto democrático e ilustrado de Atenas, en el que florecieron los sofistas, discurre la vida de Sócrates (470 a. C. – 399 a. C.). Se cuenta que era de baja estatura, calvo, barbudo, ojos saltones y nariz redonda. Andaba descalzo por las plazas de Atenas, siempre con la misma capa, dialogando y conversando con todo aquel que estuviera dispuesto a hacerlo. Se comparaba a sí mismo con un tábano molesto que aguijoneaba a los demás con preguntas que a veces resultaban incómodas, pero que tenían la intención de abrirles la mente y enseñarles a pensar por sí mismos. A diferencia de los sofistas, Sócrates no cobraba por sus enseñanzas y, al contrario de algunos de ellos que presumían de ser grandes sabios, afirmaba de sí mismo la célebre sentencia «Solo sé que no sé nada». No escribió ningún libro, pues en su opinión la filosofía solo podía practicarse mediante el diálogo cara a cara. Lo que sabemos de su filosofía es gracias a testimonios de otros, sobre todo de Platón, quien fue su discípulo y sobre el que ejerció una notable influencia. Los sofistas y Sócrates tuvieron un diálogo constante y el pensamiento de todos ellos se forjó en la interacción de unos con otros. Comprender a Sócrates exige conocer a los sofistas y la forma de razonar que ellos defendían y frente a la cual articula Sócrates su pensamiento. Sócrates (Fresco. Museo de Éfeso). DECLAMACIÓN DE UN DISCURSO SOFISTA Y ANÁLISIS Buscad el «Encomio de Helena» del sofista Gorgias, en el cual se defiende la inocencia de Helena en el inicio de la guerra de Troya. Declamad el discurso en clase y responded a las siguientes preguntas: 1. ¿Qué mensaje pretende transmitir Gorgias en su discurso? 2. Haz un esquema de la tesis y los argumentos del discurso. 3. Relaciona el discurso de Gorgias con los rasgos comunes a los sofistas. ¿Por qué Gorgias es un sofista? 4. Escoge tres rasgos del discurso de Gorgias y compáralos con lo que sabes sobre Sócrates. 5. ¿Qué puede significar la expresión coloquial actual «eres un/a sofista»? ¿Crees que es un significado justo? El rapto de Helena (1680), Luca Giordano. 41 2 Diálogo
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