Historia de la Filosofía 2 BACHILLERATO

La antropología en la filosofía clásica b) Por otra parte, esta teoría también sirve a Platón para elaborar lo que en psicología llamaríamos una tipología o clasificación de los individuos según sus distintas naturalezas psicológicas o temperamentales. Los seres humanos pueden clasificarse según tres tipos de temperamentos: • El temperamento filosófico corresponde a los individuos en los que predomina la parte racional y en los que la razón tiende a gobernar sobre las pasiones y los apetitos. Cuentan con cualidades innatas adecuadas para el conocimiento y el estudio. Es el tipo psicológico superior, pero el menos frecuente. • El temperamento apasionado encaja con los individuos que ambicionan gloria y honores, y en los que mandan las pasiones de la parte irascible. • El tercer tipo sería el avaro y correspondería al perfil psicológico de aquellos individuos que se dejan arrastrar por los placeres y la ambición de cosas materiales, y en los que la parte apetitiva es la que manda. El alma según Platón Partes del alma Racional Irascible Apetitiva Función Con la que conocemos Con la que nos encolerizamos y apasionamos Con la que deseamos Fines que persigue El conocimiento y el bien Honores, alabanzas, reputación Placer y riquezas Foco de interés Las Ideas Otros seres humanos Las cosas materiales Tipo psicológico El filosófico El apasionado El avaro Mito del carro alado El auriga El caballo blanco El caballo negro COMENTARIO DE TEXTO «Sócrates. Hay una parte, decíamos, con la que el hombre conoce; otra, con la que se encoleriza, y una tercera a la que, por su variedad, no fue posible encontrar un nombre adecuado; esta última, en atención a lo más importante y a lo más fuerte que había en ella, la denominamos la parte apetitiva. Este nombre respondía a la violencia de sus deseos, tanto al entregarse a la comida y a la bebida como a los placeres eróticos y a todos los demás que de estos se siguen; y la considerábamos amante de las riquezas, por satisfacerse con ella esos deseos, de manera más especial. Glaucón. Esa es la denominación razonable –dijo. Sócrates. Si añadiésemos, además, que el placer más afín de esta facultad es la ganancia, ¿no apoyaríamos nuestra idea en un principio fundamental hasta el punto de aclarar para nosotros la referencia a esa parte del alma? ¿No crees que la llamaríamos con razón ansiosa de riquezas y ganancias? Glaucón. Sí, eso creo –dijo. Sócrates. Bien. Hablemos de la parte irascible; ¿no decimos que arrastra siempre y enteramente a la dominación, a la victoria y al deseo de gloria? ¿Convendría, pues, que la llamásemos amiga de disputas y honores? Glaucón. Sería lo mejor. Sócrates. En cuanto a la parte que conoce, resulta claro para todos que tiende siempre y por completo a conocer la verdad, dondequiera que se encuentre, y que nada le importa menos que las riquezas o la reputación. Glaucón. Así es. Sócrates. A esta habrá que llamarla con toda justicia amante de la ciencia y del saber. Glaucón. ¿Cómo no? Sócrates. ¿Y no es verdad también –pregunté– que unas veces manda en el alma de los hombres esa parte ya dicha, otras alguna de las dos restantes, según convenga? Glaucón. En efecto –dijo. Sócrates. De ahí que para nosotros los caracteres principales de hombres sean tres: el filosófico, el ambicioso y el avaro. Glaucón. No cabe duda.» Platón. República, Libro VIII, 580e-581c. CEPC La muerte de Sócrates, de Jacques-Louis David. Cuestiones 1. ¿Cuál es la pregunta filosófica que aborda el texto? 2. Describe la estructura del texto, señalando las ideas principales. 3. Explica brevemente otra posible respuesta a la pregunta del texto que se haya dado desde la psicología o la filosofía. Si no conoces ninguna, elabora tu propia teoría. 4. Disertación: ¿Conocemos suficientemente bien en la actualidad el funcionamiento de la psique humana? ¿Es necesario ahondar más en este tema? ¿Por qué? ¿Resulta útil clasificar a los individuos por su perfil psicológico? 60 3 Diálogo

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