Cuestiones fundamentales en la filosofía medieval. Entre la luz y la oscuridad 1 CONTEXTO HISTÓRICO Y RELIGIOSO La filosofía en la Edad Media ha estado teñida durante mucho tiempo por la mirada renacentista que se expresa en la fórmula de Petrarca (1304-1374) de la «Edad oscura», en referencia a que, durante el dominio de la religión cristiana, las luces de la razón de la época clásica se vieron apagadas. Debido al sistema feudal y al poder y dominio de la Iglesia en la mayoría de las dimensiones de la vida, podemos decir que no fue un período de esplendor filosófico como sí lo fueron el siglo v ateniense, la Francia y la Inglaterra del s. xviii o la Alemania del s. xix. Pero podemos descubrir en la Edad Media una época en la que lentamente se van gestando las bases que hicieron posible el surgimiento de la ciencia moderna y de la modernidad filosófica. Con la caída del Imperio romano de occidente en el año 476 d. C. da comienzo lo que conocemos como Edad Media. Según los historiadores, esta etapa finaliza con el descubrimiento de América en 1492 o con la caída del Imperio bizantino en 1453. Dentro de la Edad Media solemos distinguir dos períodos fundamentales: la Alta Edad Media (del siglo v al x d. C.) y la Baja Edad Media (del siglo x al xv). La época medieval se caracteriza fundamentalmente por el feudalismo y por las luchas de poder entre el cristianismo y el paganismo y, posteriormente, entre el cristianismo y el Islam. El feudalismo era la organización política, económica y social en la que la tierra estaba dividida en feudos dominados por un señor o noble que poseía el control tanto político como económico de las tierras y de los siervos que en ellas vivían. Por encima de los señores solo se encontraban los reyes y el clero, que tenían las cotas más altas de poder. Los siervos cultivaban las tierras, cuidaban del ganado y daban parte de sus cosechas al señor a cambio de recibir su protección. Para el desempeño de las labores del campo no era necesario leer, por lo que la población era analfabeta y el conocimiento estaba en manos de los curas y monjes. Este sistema económico se basaba en la agricultura y la ganadería, y el porvenir dependía directamente de estas actividades económicas. La estructura social era muy estable y cerrada, por lo que quien nacía siervo, fallecía siervo. División del Imperio romano (395 d. C.). D ios, arquitecto del Universo. Anónimo Frontispicio de una biblia (s. xiii). 127 7 Diálogo
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