Muestra Filosofía 4º ESO

1 ¡Me obligan a pensar! La filosofía como arte de argumentar de manera personal y crítica lo que es sabido y aceptado sin más por la sociedad de su época, desde el momento en el que los poetas ofrecieron tales explicaciones. Son, por tanto, explicaciones irracionales, mágicas y representan la postura mitológica expuesta. 2. Los argumentos de Sócrates son los propios de aquellos primeros filósofos, un pensamiento racional y científico basado en pruebas, en hechos, en elementos materiales, en procesos físicos y mecánicos, en razonamientos que ponen al descubierto las contradicciones de las posiciones mitológicas. 3. La relación se hace evidente tras la reflexión que se acaba de realizar en los puntos anteriores. Lo interesante es que el alumnado reconozca esas características citadas en el punto anterior a partir de los momentos y los elementos correspondientes mencionados en el propio texto. Y que lo resuma y lo exprese con sus palabras. 4. Reflexión del alumnado. 5. Reflexión del alumnado. Recurso 9. Los sofistas. El discurso. Falacias Los sofistas, como decimos en el libro del alumnado, enseñaban a argumentar de forma convincente. Leer y analizar este texto nos puede ayudar a acercarnos a ellos. Ahora es tu turno… 1. Esta primera actividad puede servir para que el o la docente explique algunas ideas básicas sobre los sofistas. La profundidad de la explicación o la metodología a emplear (trabajo de investigación, exposición, vídeo…) dependen del criterio del profesorado. El tema principal abordado es la diferente valoración moral según distintas personas de una misma situación. Aunque los ejemplos que pone a continuación no son estrictamente morales, sí llevan a hacer ver que una misma situación puede ser juzgada desde valoraciones opuestas, según sean los intereses y circunstancias de aquellos que juzgan. Esta exposición la hace aportando razones y ejemplos. 2. La primera afirma que el bien y el mal siempre son iguales y de lo que se trata es de conocerlos. La segunda opinión, sin embargo, sostiene que estos dos conceptos cambian según la situación personal, histórica o social. Es, por tanto, una definición de lo que llamamos «relativismo moral». 3. El autor defiende el relativismo: «Personalmente estoy de acuerdo con estos últimos». 4. Los ejemplos pertenecen a la alimentación, los gustos, los placeres, la enfermedad o la muerte. Son ejemplos fáciles de comprender, que hacen referencia a las necesidades básicas o a la utilidad y que reflejan la legitimidad de los intereses contrapuestos, produciendo valoraciones contrarias de un mismo asunto. La perspectiva y las circunstancias personales desde las que se aborda un problema determinan su valoración. No hay, por tanto, una única manera de valorar las cosas, sino tantas cuantas perspectivas e intereses. Después, a modo de analogía, se pretende justificar esa misma tesis en el ámbito moral. 5. Porque el bien y el mal es relativo a la situación personal, histórica o social de aquel o aquellos que realizan el juicio de valor. 6. Relativismo estético o artístico, y relativismo legal o judicial y político (aunque también puede entenderse como ético, si tomamos «lo justo» como relativo al valor moral de la justicia, y no a lo dictaminado en las leyes). 7. Si los hechos no son inamovibles, sino que dependen de nuestra interpretación, es imprescindible pensar por nosotros mismos sobre estos sucesos para saber si son buenos o malos. Es totalmente necesario tener un criterio propio. Recurso 10. Sócrates. El diálogo Sócrates vivió en la misma época que los sofistas. Se vanagloriaba de que su tarea era, precisamente, enseñar a pensar por uno mismo. Y prefirió morir antes que dejar de realizar dicha actividad, la de enseñar a pensar. Es considerado el primer filósofo. Ahora es tu turno… 1. Esta primera actividad puede servir al profesorado para explicar algunas notas filosóficas y biográficas sobre Sócrates. Como en anteriores propuestas, la profundidad o metodología a seguir (trabajo de investigación, explicación, etc.) dependen de su criterio. 2. La viñeta ilustra la condena a muerte de Sócrates por atreverse a pensar por sí mismo. Es conveniente la previa contextualización (que habremos hecho en el punto anterior) sobre las circunstancias del juicio al que fue sometido y sobre la condena dictada en su contra: beber la cicuta. Siempre es atractivo para el alumnado la narración de los últimos momentos de su vida, tal y como están expuestos en la Apología de Sócrates de Platón. La lectura de algún fragmento puede completar esta actividad. 3. Para Sócrates, filosofar consiste en dialogar, en saber preguntar sobre los temas fundamentales y saber

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