Muestra Educación en Valores Cívicos y Éticos 4º

• El GP o grupo proponente, que propone una tesis (por ejemplo, «la renta básica universal es una medida efectiva para acabar con la desigualdad y la pobreza») y argumenta en favor de esta medida. • El GO o grupo oponente, que, por su parte, deberá mostrar sus contraargumentos para rechazar la propuesta del grupo proponente. Podemos utilizar todos los turnos de palabra que consideremos necesarios para desarrollar el debate, siempre teniendo en cuenta que limitar el tiempo de exposición servirá para equilibrarlo. En el debate crítico, las conclusiones irán dirigidas a encontrar una solución conjunta, de modo que las aportaciones valiosas de los dos equipos se tengan en cuenta desplazando los puntos de partida a una posición final consensuada. Esto será valorado por los evaluadores del debate. Para realizar un debate de calidad, es importante que el alumnado se haya documentado previamente y que haya llevado a cabo una investigación sobre el tema en cuestión. El dominio del tema enriquecerá el debate. Diálogo Siguiendo la metodología conocida como Filosofía para niños, de Ann Sharp y Matthew Lippman, el diálogo filosófico es una de las herramientas que nos pueden servir en el aula para llevar a cabo un aprendizaje de las habilidades específicamente filosóficas mediante su propio uso. Partiendo siempre de algún texto, imagen o dilema, se inicia un diálogo en el que el alumnado muestra su capacidad reflexiva y crítica a través del cuestionamiento y la exposición de posiciones razonadas. Recordemos que el papel del profesorado en este tipo de actividades es el de «facilitador» del diálogo, dirigiéndolo para que las posiciones sean siempre razonadas, y expuestas de manera respetuosa y pertinente, pero sin manifestar sus propias opiniones. Es el alumnado el que debe entrar en el debate y contrastar sus opiniones acerca del tema a discutir. Mediante las preguntas del profesorado, el diálogo debe partir de preguntas y respuestas más inmediatas y elevarse hacia preguntas más abstractas e hipótesis razonadas que nos lleven a una reflexión de carácter filosófico. Dilema moral Los dilemas morales son de gran ayuda para colaborar en el crecimiento moral. Debemos partir de una explicación de la situación que resulte clara y comprensible para el alumnado a fin de ir, posteriormente, planteando las preguntas de manera ordenada, una a una, y favoreciendo la participación, ya sea escrita u oral. No podemos olvidar que el alumnado es el protagonista y el profesorado debe limitarse a propiciar la participación sin manifestar su postura ni anticipar una posible resolución. Cada pregunta que propongamos debe implicar un mayor grado de universalización moral, por lo que deben ser dosificadas, al tiempo que fomentamos la reflexión y la participación. Lo importante no es la contestación, casi todas son legítimas, sino el razonamiento que la acompaña, pues esto es lo que buscamos, que el alumnado responda de forma justificada y razonada. Son estas respuestas las que ayudan al crecimiento moral, a los cambios psicológicos y morales que nos llevan a la edad adulta. Estos cambios se corresponden con las etapas de maduración moral llamadas estadios de desarrollo moral. Piaget los propuso en la evolución psicológica y Kohlberg los aplicó a la moral. En el caso de la adolescencia, hablamos de reforzar el nivel convencional y ayudar a dar el salto al nivel posconvencional, a una maduración moral que les está convirtiendo en personas responsables de sus decisiones. En resumen, con los dilemas morales decidimos de manera autónoma, es decir, por nosotros mismos, y ello implica una responsabilidad que, muchas veces, cuesta de asumir. Disertación Una disertación o redacción filosófica es una composición personal de ideas sobre un tema propuesto. Determinados sistemas de enseñanza filosófica, como el francés, basan su propuesta en este tipo de situación de aprendizaje. Los grados de realización se deben adaptar al nivel escolar del alumnado, ajustando su extensión y complejidad a cada curso. En nuestro caso, se trata de un curso inicial de reflexión ético-filosófica, por lo que el nivel de exigencia también debe ser inicial. Lo más importante será que el alumnado entienda la estructura y los elementos básicos de una composición filosófica argumentada. Una disertación debe comenzar con el planteamiento del tema propuesto o la situación de aprendizaje planteada. El alumnado debe redactar cuatro o cinco líneas en las que adapte el título de la redacción o el tema propuesto a su visión personal. Puede elaborar una explicación, replantear el tema con una pregunta fundamental o explicar el guion que quiere abordar. El siguiente paso es configurar el cuerpo o argumentación. En este caso, el alumnado debe aportar ideas, contenidos, argumentos, ejemplos, cuentos, mitos o explicaciones que reafirmen la tesis planteada en la introducción anterior. Con tres grandes argumentos separados en tres párrafos será suficiente si están bien argumentados y tienen una extensión apropiada. Finalmente, una redacción filosófica ha de concluir con una recapitulación de lo argumentado anteriormente, poniéndola en relación con el planteamiento. También se puede aportar una valoración personal del tema propuesto. Elaboración de una infografía Una infografía es un elemento gráfico, esquematizado, que trasmite información de forma visual. Es perfecta 13

RkJQdWJsaXNoZXIy MzI3MzI=